Se trata de un telescopio espacial que ha sido bautizado como «James Webb«, y se posiciona como el instrumento sucesor científico de Hubble, uno de los telescopios espaciales más renombrados de la astronomía moderna que orbita en el exterior de la atmósfera terrestre, en órbita circular alrededor del planeta Tierra a 593 kilómetros sobre el nivel del mar.
El pasado 25 de diciembre, la NASA realizó con éxito el lanzamiento del Ariane 5, cohete que puso en órbita —también con éxito— al James Webb, el telescopio espacial desarrollado por la propia NASA junto a la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA). El observatorio espacial, cuya inversión ha sido de 10.000 millones de dólares, ahora tiene 30 días de camino hasta su nuevo hogar.
Si bien es prácticamente imposible conocer su ruta con un telescopio comercial, es posible seguir su recorrido y ver qué procesos de despliegue se han realizado, gracias a una web que la NASA ha habilitado para la ocasión. Se trata de un portal, llamado «Where Is Webb?» («¿Dónde está Webb»), que permite observar con todo detalle información importante de su viaje hasta el punto Lagrange L2, que se sitúa a una distancia de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra y donde se activará para iniciar sus primeras investigaciones.
La página principal de la web muestra información relevante sobre el trayecto: la distancia a la que está de la Tierra, los kilómetros que quedan para que llegue a su destino, la velocidad a la que viaja o la temperatura de las diferentes secciones del telescopio. También hay una línea de tiempo que detalla las fases más importantes que debe realizar el James Webb antes de llegar a su nuevo hogar. Entre ellas, el despliegue de los diferentes espejos o parasoles.
¿Cómo es el telescopio espacial James Webb?
El telescopio espacial James Webb es un observatorio espacial desarrollado a través de la colaboración de aproximadamente 17 países, construido y operado conjuntamente por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense.
Los objetivos científicos de James Webb fueron motivados por los resultados del Hubble. Según han indicado desde la NASA, «la ciencia de Hubble nos empujó a buscar longitudes de onda más largas para «ir más allá» de lo que Hubble ya hizo. En particular, los objetos más distantes se desplazan más al rojo y su luz se desplaza desde los rayos ultravioleta y óptica hacia el infrarrojo cercano. Por lo tanto, las observaciones de estos objetos distantes (como las primeras galaxias formadas en el Universo, por ejemplo) requieren un telescopio infrarrojo«.
El Webb tiene un campo de visión significativamente más grande que la cámara NICMOS del Hubble (cubriendo más de ~ 15 veces el área) y una resolución espacial significativamente mejor que la disponible con el telescopio espacial infrarrojo Spitzer. Si te preguntas cuánto se podrá observar y cuánto mayor será el campo de acción/incidencia del telescopio Webb, según explicó la NASA, Hubble puede ver el equivalente de «galaxias de niños» y el Telescopio Webb podrá ver «galaxias de bebés».
En cuanto a los detalles técnicos que dan forma al nuevo telescopio espacial James Webb, el mismo está integrado por un espejo primario de aproximadamente 6,5 metros de diámetro, lo que le da un área de recolección significativamente mayor que los espejos disponibles en la generación actual de telescopios espaciales. El espejo del Hubble tiene 2,4 metros de diámetro mucho más pequeño y su área de recolección correspondiente es de 4.5 metros cuadrados, lo que le da a Webb alrededor de 6.25 veces más área de recolección.