Se trata de una nueva iniciativa mediante la cual, si bien se desconoce la posibilidad de que sea aprovechada por pasajeros, se espera que más de 300 camiones puedan abandonar las carreteras. La carga de dichos vehículos se moverá mediante raíles que conectarán Canadá, Estados Unidos y México, generando un 75% menos de gases invernadero.
Se llevará a cabo gracias a la compra de la empresa de ferrocarril Kansas City Southern (KCS) por parte de la compañía de transporte ferroviario Canadian Pacific (CP). Esta acción logrará que, por primera vez, Canadá, Estados Unidos y México puedan unirse a partir de una ambiciosa red de tren con cerca de 32.000 kilómetros de vías. La empresa asegura que sus trenes utilizarán hidrógeno en lugar de gasolina en el futuro próximo.
De esta manera, la adquisición de KCS le permite ahora atravesar el Medio Oeste norteamericano, llegando a puertos del Golfo de México, desde donde conectará también con otras vías mexicanas. Según ha trascendido, el acuerdo de fusión ronda los 29.000 millones de dólares.
La compañía, además, asegura que contará tras la unión con unos 20.000 empleados y generará unos 8.700 millones de dólares anuales en ingresos gracias a las posibilidades de comercio que brinda la adquisición. La mencionada fusión deberá ser primero aprobada por la Comisión de Transporte de Estados Unidos y estiman que aquello estará listo para el año 2022.
En efecto, productos de todas clases podrán atravesar las fronteras de los tres países de una de las maneras más rápidas, asequibles y sustentables que existen en la actualidad.
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