Nueva Zelanda declaró este martes el estado de emergencia nacional por tercera vez en su historia: el paso del ciclón Gabrielle en territorio perteneciente a la bahía de Hawke, al norte del país oceánico, y un corrimiento de tierras en Matata mantienen en alerta a las autoridades. Según han registrado, el fenómeno meteorológico provocó inundaciones generalizadas y enormes marejadas.
El ciclón Gabrielle se formó cerca de la costa noreste de Australia el 8 de febrero, antes de avanzar por el Pacífico Sur. Tocó tierra en la Isla Norte el pasado domingo, aunque enseguida fue rebajado desde ciclón de categoría 2 (sobre un máximo de 5) a fuerte tormenta tropical. El norte del territorio ha resultado más afectado por el impacto del ciclón, aunque también se mantienen las alertas meteorológicas en gran parte de la costa este de la Isla Norte y la parte alta de la Isla Sur.
De esta manera, el Gobierno nacional declaró estado de emergencia nacional por tercera vez en su historia: “Es un evento meteorológico sin precedentes que tiene un significativo impacto en buena parte de la Isla Norte”, expresó este lunes en un comunicado el ministro neozelandés de Gestión de Emergencias, Kieran McAnulty, al anunciar la declaración de un estado de excepción ante una situación excepcional.
Se trata de la tercera vez que Nueva Zelanda declara estado de emergencias: las anteriores fueron con los ataques a las mezquitas de Christchurch en 2019 (dos ataques terroristas que consistieron en tiroteos masivos consecutivos que se produjeron en mezquitas en la ciudad ubicada a 300 km de Wellington) y la pandemia del covid-19 en 2020. En esta oportunidad, los equipos de la Armada se desplazaron al terreno para ayudar con las evacuaciones.
El ministro de Manejo de Emergencias, Kieran McAnulty, firmó la declaración tras las intensas lluvias y vientos que dejaron a decenas de miles de personas sin energía. La medida se aplica a las regiones de Auckland, Northland, Tairāwhiti, Bay of Plenty, Waikato, Hawkes Bay y el distrito de Tararua, en respuesta a los daños dejados por Gabrielle.
Según han indicado autoridades locales, centenares de residentes fueron evacuados o se encuentran atrapados en viviendas y vehículos, en tanto que varias localidades de la Isla Norte se encuentran aisladas. Como ser, en la ciudad de Auckland, que se recupera todavía de las inundaciones históricas de finales de enero (evento climático que dejó cuatro fallecidos), la tormenta tropical se desplaza ahora hacia el sureste con rachas de hasta 120 kilómetros por hora.
