Muchas de nosotras haríamos cualquier cosa por visitar el lugar de nuestros sueños, pero hay cosas que no podemos evitar, y mucho menos nosotras, las mujeres. Así que la próxima vez que que tu chico te diga que eres toda una complicación para viajar, aquí están algunas explicaciones que le puedes dar.
Higiene
En India no podía conseguir ningún lugar para depilarme mi súper bigote -tampoco de Pancho Villa eh- y la verdad es que no era nada favorable para mi. Lamentablemente no existe el equivalente de la barba viajera de los hombres para las mujeres. Tenemos pelo. En todos lados. Y no, no desaparece solo, ni se limpia. Pero eso si, todo esperan que estemos divinas, con la piel humectada y obviamente sin pelo. Lo que significa que debemos cargar con un montón de productos (que no son nada livianos) y encontrar lugares para poder usarlos (osea, todo bien, pero si estoy en el medio de la nada como me voy a bañar y poner las 87 cremas, como?!). Aquí es cuando envidiamos a los hombres que solamente necesitan un cepillo de dientes, jabón y listo. A no, perdón, y la bolsita de plástico para meter esas cosas.
Seguridad
La mujeres recorremos el mundo de una manera diferente a los hombres. Intentar ser una viajera súper aventurera y al mismo tiempo alguien cuidadoso es complicado. Seguir a un local, que recién conocimos, para conocer a su familia, puede ser eso solo… o no. No nos queremos poner en situaciones incómodas, pero tampoco queremos perdernos las mejores experiencias. Esto es algo que en realidad los hombres también deben preocuparse y cuidarse… pero son menos vulnerables. Nuestra vulnerabilidad está en casi todos los aspectos a la hora de viajar, y más si vajas sola. Puede ser desde que te saquen la cartera hasya que te secuestren o maten (esta bien no quiero ser tan negativa, pero es la realidad). Una nueva ciudad se puede convertir puede pasar de emocionante a hostil cuando el sol se esconde.
Ropa
Usar manga larga y pantalones cuando hace 40º a la sombra en India, no es lo ideal, pero es lo mejor para adecuarse a la cultura local. Ser tratada como ignorante o promiscua por no tener los tobillos tapados. Nosotras tenemos que ser especialmente cocientes con la ropa que debemos usar. En India, dejar la panza al aire no es problema, el problema es mostrar los hombros o tobillos. Los hombres cuando van a los monasterios deben de cumplir con un código de vestimenta parecido, pero la realidad es que si no lo cumplen los «perdonan» más fácil. Nosotras si o si debemos de llevar ropa extra, debemos llevar lo que nos gusta y parece cómodo, y lo que debemos usar en ciertos lugares.
Hacer pipi
Esta es parte de nosotras desde que somos chiqutas cuando íbamos con la familia a algún lugar en coche. Generalmente había que parar en alguna estación de servicio y hacer malabares en los baños, y en el peor de los casos había que para en la orilla de la carretera. Pero esto no es nada cuando empiezas a viajar por el mundo.
Si estás a las afueras de alguna ciudad tienes que agradecer haber encontrado un baño… pero hay que pagar, y no, no te dan cambio, así que tienes que sacrificar tu billetín sino no entras (por que obviamente en esos momentos todo el cambio ya lo usaste). Estas adentro, reza por que esté limpio. Y si esta limpio reza por que haya papel, y si hay es otro el costo. Y el problema en estos viajes por el mundo es que no siempre vas a hacer solamente pipi… toda una experiencia.
Menstuación
No es un tema del que se quiera hablar, pero esta ahí cada 28 días, sin importar en que parte del mundo nos encontremos. Intentando salir victoriosas de esos días sin mancharnos, sin hacer tanto lío. No es algo tan trágico en la vida normal, pero se convierte en una molestia cuando dejas la rutina y tu casa, ya sea para ir a la casa de un amigo por el fin de semana o vacaciones con la familia. AH! Y si estás recorriendo el mundo, la menstruación puede llegar a ser todo un trabajo de logística… una verdadera pesadilla.
Puedes cargar con docenas de tampones, pero si tu viaje es muy largo, en algún momento se van a terminar, y ahí va a comenzar la verdadera odisea.