La región de Quintana Roo en México, conocida por sus destinos vacacionales populares como Cancún, Playa del Carmen y Tulum, está aflojando sus restricciones de COVID-19, pasando de naranja a amarillo, a partir del 1 de marzo.
Para poner en contexto, es importante recordar que México utiliza un sistema de semáforos para degradar los diversos grados de restricciones en cada estado, siendo el rojo el más restrictivo y el verde el menos, y el naranja y el amarillo en el medio.
Pasar de naranja a amarillo significa que las playas y los parques públicos estarán abiertos al 60 por ciento de su capacidad (frente al 30 por ciento anterior). Los hoteles, restaurantes, sitios históricos, teatros, parques temáticos, campos de golf y servicios turísticos ahora también están abiertos al 60 por ciento de su capacidad. Los gimnasios y clubes deportivos pueden abrir al 70 por ciento en áreas al aire libre y al 50 por ciento en espacios cerrados.
Si bien esta podría ser una buena noticia para quienes planean viajes de vacaciones de primavera, es importante tener en cuenta que la pandemia de COVID-19 aún no ha terminado. Los protocolos de seguridad todavía están vigentes, y si está considerando visitar México esta primavera, es crucial seguirlos.
Cualquier persona que vaya a México debe completar un formulario de declaración de salud antes de llegar y debe hacerse la prueba de COVID-19 antes de regresar a los Estados Unidos. Los requisitos de máscaras también están vigentes en todo México, incluso en playas, hoteles, restaurantes y tiendas.
Si quieres conocer más sobre lo que sucede en el mundo, ¡síguenos en Instagram!
