National Geographic es el único medio de comunicación extranjero con acceso de alto nivel a la Catedral de Notre Dame, capaz de registrar los esfuerzos que vienen llevándose a cabo en el interior del famoso templo religioso. La firma ha compartido de manera pública algunas nuevas imágenes, fotografías y gráficos para mostrar el estado actual y qué le deparará a la catedral en un futuro no muy lejano.
El equipo involucrado en la documentación del estado actual del interior de Notre Dame está formado por Robert Kunzig, quien cuenta la historia de los esfuerzos de restauración, y el fotógrafo Tomas Van Houtryve. Houtryve quería que la representación de la iglesia fuera 100% auténtica por lo que usó una cámara de madera, placas de vidrio y un cuarto oscuro portátil para tomar sus fotografías:
En unas pocas semanas se cumplirán ya tres años de aquel devastador incendio, ocurrido el 15 de abril de 2019. Y es importante destacar que los planes para reconstruir esta célebre estructura se anunciaron antes de que los equipos entendieran por completo el daño, lo cual también habla de la imposibilidad de medir y/o tomar dimensión de las consecuencias del mismo.
Según ha trascendido, arquitectos, ingenieros estructurales y otros expertos usarán herramientas para restaurar el techo existente y reparar el marco de madera que lo sostenía. Este plan honra la restauración de 20 años completada por Eugène Viollet-le-Duc después del motín y el incendio de 1831. A pesar de las propuestas de diseño innovadoras que han sido presentadas en pos de una «nueva» Notre Dame, el techo de plomo dañado de 460 toneladas no será reemplazado por algo contemporáneo.
Así, especialistas han realizado un exhaustivo trabajo para estabilizar la iglesia, limpiar los escombros y documentar los daños. “Una doctrina de la restauración histórica es que reconstruyes las cosas hasta el último estado documentado”, expresó al respecto Robert Kunzig, el editor senior de temas ambientales y quien ha cubierto esta noticia para National Geographic.
Durante los próximos tres años, Notre Dame estará repleta de trabajadores, y luego regresarán los fieles y los turistas. “Éramos solo cinco o seis en la catedral”, dijo la arqueóloga Dorothée Chaoui-Derieux acerca de las primeras instancias en las que sólo profesionales pudieron acercarse para registrar los daños ocasionados en la propiedad. El equipo técnico que tomó las decisiones de construcción consideró que los trabajos de restauración debían comenzar con la aguja, luego con los techos y las bóvedas.
