El alcalde de Roma, Virginia Raggi, anunció la semana pasada que la ciudad reemplazará los adoquines en aproximadamente 70 de sus calles más concurridas con asfalto liso.
Las piedras son conocidas por ser difíciles de transitar si no se tiene un calzado cómodo y son extremadamente resbaladizas cuando están mojadas. También se han desprendido de la presión de los automóviles a lo largo de los años y se sabe que envían a los ciclistas a volar desde sus bicicletas.
Pero las piedras centenarias no desaparecerán de la ciudad. Las piedras que se arrancan se volverán a colocar en las calles más pequeñas, donde solo los peatones deben atravesarlas.
«Por cada adoquín que eliminamos de una carretera, los volveremos a colocar en otra», dijo Roberto Botta, miembro del Ayuntamiento de Roma, a Il Messaggiero.
Se espera que un total de 118 calles reciban las piedras recicladas.
Los adoquines de Roma son conocidos como «sampietrini», que significa «pequeño San Pedro», llamado así por la plaza donde se colocaron las piedras por primera vez en el siglo XVI.
Se espera que los trabajos de construcción comiencen a finales de este año.
Roma, cansada de los turistas irrespetuosos, impone nuevas reglas
Los que quieran visitar Roma tendrán que tener en cuenta una serie de nuevas reglas, como: la prohibición de estar en topless en público, comer alimentos que generen mugre y tomar agua de las fuentes.
Las autoridades están restringiendo las acciones de los visitantes en un intento por limpiar el aspecto de la ciudad y minimizar el daño causado al principal lugar turístico de Italia. Las parejas que deseen dejar un signo tangible de su relación en la Ciudad Eterna poniendo un “candado de amor” en un puente serán multadas. Y los hombres que deseen desnudarse para hacer frente al calor italiano serán multados. Continuar leyendo…
