Un grupo de académicos australianos les dice a los padres que perpetuar la idea de Santa Claus puede causar un trauma a largo plazo para sus hijos.
No sabemos ustedes, pero si pudiéramos recuperar la magia de ser un niño en Navidad, lo haríamos.
Sin embargo, el psicólogo del desarrollo Ameneh Shahaeian le dijo a The Conversation que puede haber un daño grave en decirles a nuestros hijos que un hombre mágico con un traje rojo trae regalos de Navidad a todos los niños de todo el mundo.
«Los adultos no deben mentirles a los niños sobre Santa. Cuando un niño pregunta si Santa es real o no, ya está en una etapa de desarrollo para distinguir entre la realidad y los personajes ficticios», dijo.
«Cuando los niños alcanzan esta etapa de desarrollo, no ayuda si les mentimos sobre un personaje ficticio como Papá Noel».
Bueno, sabemos quién está fuera de nuestra lista de tarjetas navideñas.
Rebecca English, profesora principal de educación en la Universidad Tecnológica de Queensland, presentó una visión más práctica y se hizo eco de los comentarios del Dr. Shahaeian.
«No deberías mentir sobre Santa porque estás alentando a tus hijos, generalmente con pruebas inventadas, a creer una mentira moralmente ambigua«, agregó, según The Conversation.
«No estoy solo al estar devastado al enterarme del elaborado engaño de mis padres sobre Santa, dejándome preguntándome qué otras mentiras habían dicho».
Bueno, una de las cosas más notables de las fiestas es la magia de Papá Noel y su viaje épico para entregar regalos, así que cada uno lo suyo, suponemos.
English agregó: «Supuestamente, Papá Noel fomenta la imaginación, pero en realidad le estás pidiendo a los niños que suspendan la criticidad y crean una ficción.
«¿Por qué ceder tu autoridad a un omnisciente del Polo Norte, un elfo intruso y chucherías que cambian de color? ¡Tú compraste esos regalos, deberías aceptar las felicitaciones!».
La psicóloga Kelly-Ann Allen no estuvo de acuerdo.
«Las personas que participan en rituales en torno a Papá Noel y la Navidad literalmente crean recuerdos con sus hijos», dijo.
«Están marcando distintas ocasiones en el tiempo para ser recordadas en el futuro de una manera que ayuda a las tradiciones familiares transgeneracionales y las experiencias sociales compartidas. Los rituales navideños ofrecen una oportunidad para la pertenencia social, lo que construye nuestras redes de apoyo social e incluso puede hacer sentirnos menos solos».
