Científicos del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), que opera bajo la supervisión del Conicet, la Universidad Nacional de Cuyo y el gobierno de Mendoza, están llevando a cabo un estudio para evaluar el impacto del cambio climático en el glaciar Perito Moreno y determinar si las consecuencias son reversibles. Con este objetivo, se ha realizado una expedición hasta la fuente del glaciar para calcular su balance de masa, es decir, cuánto volumen gana debido a las nevadas y cuánto pierde debido al derretimiento y al desprendimiento de témpanos. Los resultados obtenidos son inquietantes, ya que desde 2021, este «gigante de hielo» ha retrocedido aproximadamente 700 metros.
Lucas Ruiz, un glaciólogo a cargo del monitoreo en el IANIGLA, destaca que el Perito Moreno es excepcional en su comportamiento. A diferencia de la tendencia global de retroceso y desaparición de glaciares en el último siglo, este glaciar no solo ha mantenido su tamaño, sino que incluso creció desde 1950. Sin embargo, las investigaciones recientes han revelado resultados contradictorios a la hipótesis previa.
Este estudio forma parte de una colaboración entre el Conicet y la empresa estatal Integración Energética Argentina S.A. con el propósito de brindar un fundamento científico para evaluar el impacto de la construcción y operación de dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz. El objetivo principal es comprender mejor los cambios recientes en el glaciar Perito Moreno y analizar la variabilidad hidro-climática en la cuenca del río Santa Cruz.
El equipo científico ha observado un retroceso significativo del glaciar en torno a 700 metros en el margen norte del Canal de los Témpanos en los últimos dos años, en contraposición a la ubicación de las pasarelas. Este retroceso es más pronunciado que el observado en las décadas anteriores. Además, se ha incrementado la frecuencia de desprendimiento de témpanos, y un patrón similar se ha detectado en el brazo sur del Lago Argentino.
Aunque la evaluación del balance de masa aún no ha concluido, Lucas Ruiz señala que la hipótesis de que el Perito Moreno estaba en un equilibrio estable ya no es válida. El glaciar está en desequilibrio con las condiciones climáticas actuales, debido al aumento de temperaturas que causa un mayor derretimiento y desprendimiento de témpanos, junto con la falta de precipitación que resulta en una escasez de acumulación de nieve.
En lo que respecta a la metodología utilizada, el equipo científico ha empleado diversas técnicas para medir tanto la acumulación de nieve en la zona alta como la pérdida en la zona baja del glaciar. Han utilizado radares y antenas para calcular la distancia entre las capas de nieve y la superficie del glaciar, lo que les permite estimar la cantidad de nieve acumulada cada seis meses. Asimismo, han colocado una red de estaciones meteorológicas en la cuenca del Río Santa Cruz para obtener datos en tiempo real sobre temperatura, precipitación, humedad, radiación solar y acumulación de nieve.
En resumen, esta investigación en el glaciar Perito Moreno demuestra que su comportamiento no es tan estable como se pensaba anteriormente, y que está en un estado de desequilibrio con las condiciones climáticas actuales, principalmente debido al cambio climático. El estudio resalta la importancia de comprender y abordar los impactos del cambio climático en los glaciares y ecosistemas circundantes.