Francia ha bloqueado la exportación de una obra maestra italiana perdida hace mucho tiempo, que se encontró en la cocina de una anciana y se vendió por casi 24.2 millones de euros (26.8 millones de dólares) en una subasta a principios de este año.
El notable descubrimiento de «Cristo burlado», del pintor florentino Cimabue, fue aclamado a principios de este año, y la pieza se vendió por más de cuatro veces la estimación previa a la venta en París en octubre.
Pero el gobierno francés ha intervenido para detener su exportación, asignando a la pintura el estatus de «tesoro nacional».
La medida mantiene la pequeña y ultra rara pintura en el país durante 30 meses, tiempo durante el cual el gobierno tiene como objetivo recaudar fondos para comprarla para la nación y exhibirla en el museo del Louvre junto con otras obras del artista.
El desprevenido propietario de la pieza no sabía de dónde provenía la pintura de 25 por 20 centímetros, según Jerome Montcouquil, del especialista en arte Cabinet Turquin, a quien se le pidió que realizara pruebas en la pintura después de su descubrimiento en el verano.
Según The Guardian, la pieza fue descubierta sobre una placa de cocción en la cocina de una mujer de unos 90 años que vivía en el norte de Francia. La pintura fue vista por un tasador que fue invitado a la casa para ver si valía la pena vender alguna de sus posesiones antes de mudarse.
«No nos llevó mucho tiempo ver que era una obra de arte del pintor italiano Cimabue», dijo Montcouquil a CNN antes de la venta. «Es padre de la pintura, por lo que conocemos muy bien su trabajo».
Cimabue es el seudónimo del artista Cenni di Pepo, nacido en Florencia alrededor del año 1240. Es conocido por haber sido el descubridor y maestro de Giotto, ampliamente considerado como uno de los mejores artistas de la era prerrenacentista.
«Solo hay 11 de sus pinturas en el mundo, son raras», dijo Montcouquil.
La obra es parte de un díptico realizado en 1280, cuando el artista pintó ocho escenas centradas en la pasión y la crucifixión de Cristo.
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