Una polémica millonaria sacude al estado de Texas 
El estado de Texas se encuentra en el centro de una nueva controversia política y financiera tras acordar el pago de $6.6 millones a cuatro excolaboradores del Fiscal General Ken Paxton. Los exempleados presentaron una denuncia alegando represalias después de exponer lo que consideraban conductas indebidas dentro de la oficina del fiscal.
Este caso, convertido ahora en uno de los escándalos más comentados en la política estatal, ha generado reacciones en toda la comunidad política estadounidense y entre los defensores de los derechos de los denunciantes (whistleblowers). ¿Qué pasó realmente? ¿Quién pagará esta millonaria compensación? Aquí te lo contamos todo.
¿Quién es Ken Paxton?
Ken Paxton es el Fiscal General de Texas, una figura clave dentro del aparato judicial del estado. Es un personaje polémico dentro del Partido Republicano, involucrado en diversas controversias desde que asumió su cargo en 2015. A pesar de las múltiples acusaciones legales y éticas en su contra, ha mantenido una base de apoyo firme entre los líderes conservadores de Texas.
En años recientes, Paxton ha sido objeto de investigaciones por presunto fraude de valores, prácticas administrativas cuestionables y, ahora, por represalias contra empleados que se atrevieron a denunciar presuntas ilegalidades internas.
¿Por qué se presentó la denuncia?
Los denunciantes y sus acusaciones
En 2020, cuatro altos mandos dentro de la Oficina del Fiscal General decidieron alzar la voz. Estos funcionarios, todos republicanos leales, denunciaron a su superior acusándolo de utilizar su cargo para beneficiar a un empresario de Austin, Nate Paul, quien había hecho importantes donaciones a campañas políticas.
Entre las acusaciones principales figuran:
- Intervención indebida en investigaciones realizadas por la oficina del fiscal
- Trato preferencial a Nate Paul, a cambio de asistencia financiera personal
- Represalias laborales por parte de Paxton por haber reportado estas acciones
Este grupo de denunciantes alegó que fueron despedidos o forzados a renunciar luego de informar sus preocupaciones al FBI. Según ellos, esta represalia violaba la Ley de Denunciantes de Texas.
El impacto de las revelaciones
Tras estas acusaciones, Texas Tribune informó que el FBI inició una investigación contra Paxton. Aunque la causa no ha resultado en una acusación formal, la situación ha dañado considerablemente la imagen del fiscal dentro y fuera del estado.
El acuerdo de $6.6 millones
: ¿Quién lo pagará?
El acuerdo alcanzado entre los denunciantes y la oficina del fiscal tiene un valor total de $6.6 millones y será cubierto con fondos públicos. Sí, como lo lees: el dinero destinado a pagar esta compensación saldrá del bolsillo de los contribuyentes texanos.
Este hecho ha generado severas críticas por parte de líderes políticos, ciudadanos y organizaciones cívicas. La decisión de no exigir que Ken Paxton cubra el pago de forma personal ha sido particularmente controversial.
Reacciones desde el Capitolio estatal
Varios legisladores demócratas han solicitado una revisión al uso de fondos estatales para saldar este acuerdo. Algunos republicanos también han manifestado su preocupación, considerando el gasto un mal uso del presupuesto público en un momento que podría destinarse a educación, salud u otros servicios básicos.
¿Qué dice Ken Paxton al respecto?
El fiscal ha negado todas las acusaciones en su contra y ha afirmado que la decisión de llegar a un acuerdo no implica reconocimiento de culpabilidad. Según Paxton, el objetivo de este trato era “evitar perder más dinero de los contribuyentes en una batalla legal prolongada”.
Sin embargo, aún persisten dudas sobre su futuro político y legal. La presión para que se enfrente consecuencias más severas no ha disminuido, especialmente dada su historia legal previa.
Protección a denunciantes: una ley en el centro del debate
Este caso ha encendido nuevamente el debate sobre la efectividad de la Ley de Protección a Denunciantes en Texas (Texas Whistleblower Act). Aunque la ley prohíbe represalias contra empleados públicos que reporten irregularidades, muchos activistas aseguran que aún no hay suficientes medidas para proteger a quienes se atreven a hablar.
Implicancias más allá de Texas
El caso de Ken Paxton podría sentar un precedente importante para otros estados de EE.UU., donde también han surgido denuncias de represalias contra empleados públicos. Organizaciones como National Whistleblower Center y Whistleblower Protection Program han pedido una revisión más profunda de las leyes y mayores garantías para quienes denuncian actos de corrupción.
Conclusión: ¿Y ahora qué? 
El caso cerrado con un pago millonario no marca el fin del drama legal de Ken Paxton. Aunque el acuerdo económico pone fin a la demanda de los denunciantes, genera más preguntas que respuestas sobre la ética en el uso de recursos públicos, la transparencia institucional y los límites del poder en los altos mandos del estado.
Sin duda, este será un tema que continuará siendo noticia en los próximos meses, especialmente a medida que se acercan nuevas elecciones en las que Paxton podría buscar su reelección.
Si quieres conocer más sobre otros casos de corrupción en la política de Estados Unidos, te recomendamos leer nuestro artículo “Los políticos estadounidenses con más escándalos en su carrera”.