El Día de Muertos es una de las tradiciones más populares para los mexicanos, sin embargo para personas de otros países puede ser una celebración algo confusa, en especial si se trata de apreciar la presencia de comida en excelente estado y con gran detalle de preparación.
Para México, esta es una fecha en la que se rinde culto a la particular manera de ver la vida y la muerte en la región: muchos colores, alegría y comida marcan el famoso ritual en el que, como el nombre lo indica, se honra la memoria de los muertos. En esta oportunidad, un insólito episodio permitió identificar las diferencias culturales entre países que, a pesar de estar geográficamente cerca, se encuentran culturalmente a muchos más kilómetros de distancia.
Unos turistas estadounidenses visitaron un altar de muertos que, como la tradición indica, tenía colocados alimentos que a las personas que ya fallecieron les gustaban. Cabe destacar que en este tipo de altares es posible encontrar platillos típicos mexicanos como tamales, mole, pozole, dulces, postres, frutas y también tequila, mezcal, cerveza y todo aquello que a la persona que murió le gustaba, ya que se cree que en el Día de Muertos regresan a esta dimensión y se «alimentan» con esa comida.
Las personas involucradas en este acto tan posiblemente gracioso para algunos -como también 100% desconsiderado e irresponsable para otros- los vieron ya preparados colocados sobre una barra y pensaron que se trataba de parte de una comida buffet.
Hasta ahí no habría nada que sorprendiera, de no ser porque los turistas comenzaron a servirse de dichos alimentos y llevarlos para comérselos. En defensa de estos turistas, el altar se encontraba en un hotel en la Ciudad de México, así que los viajeros que estaban hospedados allí pensaron que se trataba de una comida de “cortesía” para mostrarles algo de la comida típica en México. Sin dudas, lo que menos hubieran imaginado es que se estaban llevando la ofrenda de los difuntos.
