Una forma lógica de desembarcar aviones, pero que ninguna aerolínea lo hace

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Redactor
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El embarque y desembarque son dos momentos tediosos, lentos, molestos y de mucha ansiedad para gran parte de los pasajeros. Según expertos, existe una forma más rápida de desembarcar de un avión, pero ninguna aerolínea lo hace. ¿Por qué es esto entonces?

Cada detalle en el proceso del itinerario del vuelo es clave y se trabaja para que sea lo más eficiente posible, sin embargo todavía hay oportunidades de mejora en ese proceso.

En general se suele estimar un aproximado de media hora adicional al tiempo de vuelo en este proceso, el cual también puede tener variables que lo conviertan en más o menos dependiendo de la cantidad de pasajeros a bordo, tipo de aeronave, procedimientos en aeropuerto, etc. 

Boeing señala que desde 1970, la velocidad a la que el pasajero aborda los aviones se ha desacelerado en más del 50%. La culpa no es otra que el aumento del equipaje de mano y la dificultad que implica colocarlo en los compartimentos superiores. En este contexto, algunas fuentes aseguran que incluso sería más rápido permitir que los pasajeros subieran al avión a la vez, eligiendo sus propios asientos, algo que en el pasado había llevado a cabo Ryanair.

Continuamente se realizan estudios y simulaciones para poder lograr que este proceso sea más rápido. 

Una de las propuestas es el sistema WilMA (Window, Middle, Aisle o, en otras palabras, ventana, medio, pasillo), utilizado por alguna aerolínea como United Airlines, que pueden llegar a reducir los tiempos de embarque hasta el 35%. Así, los primeros en subir son los pasajeros sentados junto a las ventanillas, después los situados en el centro y, por último, los del pasillo. En el desembarque, el orden sería el opuesto.

Pero hay un problema: esto implica que las personas que viajan juntas tienen que separarse. No sería un problema para parejas, amigos o familiares adultos (todos se pueden reunir en la sala del aeropuerto), pero sí para los que vuelan con niños, o si deben ayudar a alguna persona que tiene problemas para movilizarse.

La otra forma es la estrategia de la pirámide. En esta alternativa se usan dos puertas, donde los pasajeros se levantan por orden de acuerdo a su cercanía a la salida. Esto es válido si el avión se encuentra en la plataforma donde los pasajeros son recogidos en un bus para llegar a la terminal. Si el desembarco se produce en una sola rampa de acceso, esta propuesta no es viable. Aunque ambién tiene una falla: la manera más ágil para hacer esto es que cada pasajero tenga su equipaje preparado. Para el caso, si se trata de levantarse, recoger la maleta y esperar con el peso entre las piernas, el tiempo que se pierde es casi el mismo que si se hace de la manera tradicional.

Pero también hay otro punto que dificulta y retrasa el proceso de desembarque: el apuro y ansiedad de los pasajeros . A pesar de los letreros luminosos que piden mantenerse sentado con el cinturón abrochado, la desesperación por bajar los equipajes y salir primero se apodera de todos.

A diferencia del momento del embarque, cuando la aerolínea marca de forma clara el protocolo, a la hora de vaciar el avión, la tripulación se mantiene al margen, sin intervenir. La impaciencia se impone, yaunque la lógica apunta a que de seguir un orden la maniobra sería más rápida, como ha podido comprobar Louise Vadeboncoeur, una asistente de vuelo de la aerolínea canadiense WestJet, que cuantifica entre 13 y 6 minutos el tiempo de vaciado de un avión según la forma de hacerlo.


Y ustedes que opinan, ¿Deberían poner normas para embarcar y desembarcar de los aviones? 

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