Se trata de una desesperante secuencia que tuvo lugar en el estrecho de Gerlache, en la Antártida. Allí, un pingüino veloz logró escapar de una manada de orcas hambrientas que lo perseguían para comérselo, refugiándose en un bote lleno de turistas.
La dramática persecución fue registrada por varios testigos que se encontraban recorriendo los abundantes icebergs del lado occidental de la Antártida, a bordo de botes de goma, cuando vieron a un pingüino nadando a toda velocidad y saltando intermitentemente fuera del agua.
A pesar de arrojarse al costado del bote en su primer intento, el pingüino logró saltar con éxito junto a los turistas justo a tiempo para escapar de los imponentes cetáceos.
Según ha trascendido en medios internacionales, el bloguero de viajes Matt Karsten y su esposa Anna, de 32 años, quienes hacían el recorrido junto al resto de los turistas, fueron los primeros en notar cómo el pingüino de la variedad papúa (Pygoscelis papua) era perseguido por un grupo de orcas. Se las podía ver merodeando los barcos turísticos mientras su emplumado platillo intentaba escapar.
“Fue una locura verlo en persona. Fue como ver un episodio de National Geographic en un lugar. Me imagino que el pingüino se sintió muy aliviado de escapar”, expresó Matt, también conocido como “El experto vagabundo”, citado por el portal Lad Bible.
