Según ha indicado el vicepresidente para América de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerda, Argentina continúa firme en su postura de retomar los vuelos regulares a partir del 1 de septiembre.
En parte, esta medida coincide con la iniciativa de Argentina de comercialización de pasajes aéreos recién a partir de la misma fecha, el 1° de septiembre. Se trata de una acción que ha sido legitimada por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en el marco de la crisis sanitaria mundial ocasionada por la pandemia del coronavirus.
A pesar de ello, y la justificación anteriormente mencionada, el sector aerocomercial -y en especial de la gran mayoría de aerolíneas internacionales-ha respondido con fuertes críticas considerando que se producirá un alargamiento al impacto negativo ocasionado por las restricciones.
Así es como las aerolíneas internacionales, que presumen la posibilidad de volver a operar mucho antes que en el territorio argentino, piden adelantar la fecha de manera tal que puedan retomar la operación a los destinos nacionales.
El vicepresidente del IATA también detalló que “la pérdida de 18 mil millones de dólares de las aerolíneas latinoamericanas, establecida hasta fines de abril, ha quedado atrás porque el cierre de fronteras en la región se mantiene y los aviones seguirán en tierra por mucho tiempo más aún«. Además sostuvo el agravante que esto representa para la economía de las compañías aéreas: «Calculamos que, en algunos casos, el freno de la actividad será de cinco meses y muy pocas compañías están en condiciones de soportar esa inactividad«.
De igual manera, Argentina sigue firme en la decisión de retomar los vuelos regulares recién a partir del 1 de septiembre. Sabiendo el escenario que espera y tal como ha sucedido con otras compañías del transporte terrestre, las líneas aéreas piden un auxilio financiero para atravesar la crisis.
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