Ha sonado la alarma en nuestro vagón dormitorio en este tren nocturno, tocan a nuestra puerta con el desayuno y en 30 minutos (7:50am) estamos en Viena.
Nuestro amigo mexicano ya nos espera, ponemos las maletas en su auto, y nos vamos a su casa. Nos damos un baño, lavamos algo de ropa y empieza nuestro tour.
Compramos boletos para subirnos al metro y nos dirigimos a Schönbrunn, el palacio de Verano de los Habsburgo. Aunque hace mucho frío, hay bastante gente, pero no una gran multitud. Hay mucha gente que viene a correr a los jardines, es realmente impresionante en dimensiones y en belleza. Llegamos a la fuente de Neptuno y hacia la derecha está la entrada al zoológico dentro del Tiergarten, justo a un lado del laberinto Irrgarten. Subimos hasta la Gloriette, la vista desde aquí debiera ser magnífica, pero, tenemos muchísima niebla. No se ve nada; aun así, Viena nos está empezando a gustar.
De regreso decidimos comer algo en el pequeño mercado navideño que hay afuera del castillo, pan con queso, ensalada de papas y vino caliente (vino tinto con especias que te ayuda mucho a regular la temperatura). Si quieres prepararlo en casa, aquí está la receta.
Justo aquí, tuvimos un pequeño percance médico que afortunadamente pudimos solucionar no tan rápidamente pero si satisfactoriamente; en otro post les contaré que nos pasó y la importancia de viajar con un seguro médico.
De vuelta a la casa y después de solucionar el percance, vamos a cenar al área de Grinzing, ésta se encuentra en la periferia norte de Viena y es muy conocida por sus heuriger, típicas tabernas donde sirven un vino joven producido en viñedos vieneses y comida casera. Entramos a Heurigenwirt zum Martin Sepp (Cobenzlgasse 34, grinzing).
De salida vamos a dar una vuelta para ver la iluminación navideña, y por más vino caliente; llegamos (en coche) a la Plaza de Maria Teresa o Maria-Theresien-Platz situada frente a Burgtor. Es una amplia plaza presidida por el monumento María-Theresien-Denkmal a María Teresa -quien fuera la emperatriz del reino entre 1740 y 1780-. Lo que tiene en la mano es la Pragmática Sanción, por la que su padre Carlos VI declaró la indivisibilidad de las regiones de Austria. A sus pies está el canciller Kaunitz y nada más y nada menos que Mozart, Gluck y Haydn (Mozart está representado como un niño).
Flanqueando a ambos lados a este monumento, están los museos de Historia Natural (tienen un esqueleto de un brontosaurio impresionante) y el de Historia del arte, cruzamos Burgring para ver la estatua del Príncipe Eugen. Frente a él está Weltmuseum Wien (donde se supone que está guardado el verdadero penacho de Moctezuma). Vale la pena darse una vuelta y no dejar de ver la colección de armaduras y armas medievales. Y del lado izquierdo el Palacio imperial de los Habsburgo, Hofburg.
Una vez al año, aquí, hay una cena-baile donde todos los asistentes -previa compra de boleto- van de etiqueta y con vestidos largos y pomposos, es el WU -Wiener University- Ball.
Ha sido un día largo y hay que dormir un poco.
Despertamos muy temprano, y nos lanzamos a caminar por las calles de Viena, empezamos por MariaTheresien platz, y vamos hacia el Volksgarten, a contra esquina está el Hofburg, dentro el museo de Sissi, tomamos Kohlmarkt, una calle con tiendas muy fashion (ideal si vas en plan shopping), doblamos a la derecha en Graben, una amplia calle peatonal donde está la columna de la Peste (o de la Trinidad).
Al final de ésta calle y a la izquierda llegamos a Stephenplatz con la gótica y gigantesca catedral de Viena, Stephansdom.
Tomamos Kärntern Strasse y doblamos a la derecha en Johannesgasse y llegamos la Cripta de los Emperadores en la Iglesia de los Capuchinos (Kapuzinerkirche Kaisergruft), aquí está la tumba de Maximiliano I de México, al salir, nos dirigimos a la derecha sobre Tegetthoff Strasse hasta el Museo Albertina, el cual contiene una de las más grandes colecciones de artistas como Monet, Picasso, Modigliani, Renoir, Miró, Klee o Matisse y todas en el mismo espacio. Al salir, vamos hasta Wiener Staatsoper (Teatro de la Ópera), sólo a conocerlo (y donde una malhumorada recepcionista nos corrió) .
Salimos y vamos ahora hacia la derecha sobre opernring, pasamos por el monumento memorial a Mozart y cruzamos por atrás de los museos hasta Museumsquartier; aquí, se ha establecido otro mercado navideño y tomamos vino caliente en un bar improvisado. Desde aquí se accede al Mumok (museo de Arte moderno) lo cual no es tan de nuestro interés, así que lo dejamos pasar.
Es hora de comer algo, nos dirigimos a Glacis Beisl (MuseumsQuartier Museumsplatz 1), gran comida, recomiendo mucho la milanesa con Kartoffelsalat. Un poco más de vino, y decidimos experimentar un poco de la vida nocturna en Dots (Mariahilfer Straße 103), éste es un bar con un concepto glam-experimental donde también venden sushi.
Es tarde, casi las 3 am y debemos dormir, nuestro tren a Praga sale mañana (o al rato) a las 7am.
¡Auf wiedersehen Wien!
