Se cree que estos animales están extintos, ya que el último tilacino salvaje conocido fue asesinado en 1930 y el último cautivo murió en 1936.
Científicos de la Universidad de Melbourne en Australia esperan resucitar la especie extinta de tigre de Tasmania vista por última vez hace casi 100 años. El equipo ha estado trabajando en un proyecto para acabar con los marsupiales durante años y recibieron nuevos fondos para un laboratorio de última generación. Esperan traer de vuelta a las especies perdidas.
Los tigres de Tasmania, también conocidos como tilacinos, eran un tipo de marsupial que se extinguió en Australia continental hace unos 3000 años, pero vivió en Tasmania hasta que los colonos europeos los exterminaron mediante la caza. El último tigre de Tasmania murió en cautiverio en 1936.
Los tigres de Tasmania o los lobos de Tasmania eran marsupiales depredadores que comparten muchos rasgos similares con los perros salvajes de hoy en día en Australia. Tienen rayas visualmente llamativas en sus patas traseras que son similares a la de las cebras. El depredador ayuda a equilibrar el ecosistema donde vive, por eso la búsqueda de la ciencia en «traerlos» de regreso.
El profesor Andrew Pask de la Facultad de Biociencias de la universidad dijo que la generosa financiación les da la oportunidad de desarrollar tecnologías para recuperar una especie perdida . Propone nueve pasos clave para resucitarlos, que incluyen la secuenciación genética.
Agregó que la financiación les permitiría avanzar hacia la mejora de la comprensión del genoma de la tilacina, desarrollar técnicas para usar células marsupiales para crear un embrión y transformar con éxito ese embrión en un útero sustituto huésped.
El profesor Pask le dijo a Newsweek que el nivel de apoyo para este proyecto podría ayudarlos a crear una célula similar a la tilacina dentro de 10 años. Agregó que es un poco como Jurassic Park, pero solo comienzan con una célula viva de una especie estrechamente relacionada, en este caso, el dunnart.
Descifrando los genes de Thylacine
Traer de vuelta al tigre de Tasmania requeriría comprender su código de ADN, informó CNet. En 2017, Pask y su equipo ayudaron a secuenciar el genoma del tigre de Tasmania que trazó el mapa del ADN del animal y brindó el primer paso crucial en el camino para recuperarlo.
A través de CRISPR, los científicos tomarían células de una especie relacionada para cambiar ese código y convertirlo en un tigre de Tasmania. En pocas palabras, es como hacer el segundo libro de la serie Harry con los mismos personajes pero con una trama diferente para convertirlo en un libro completamente diferente.
El trabajo necesita moldear una especie en otra, lo que los científicos estiman llevará una década. Pask señaló que esto depende de los avances en esa tecnología durante ese tiempo. El objetivo principal de TIGRR Lab es utilizar técnicas de edición de genes desarrolladas para obtener ganancias más inmediatas de los marsupiales de edición de genes.
