Desde hace ya varios días que España se declara en alarma por los pinchazos en varias de sus discotecas: una «moda» de pinchazos en las discotecas que empezó hace meses en Francia y después se fue expandiendo progresivamente por otros lugares de Europa hasta que llegó a España.
Según ha indicado El País, el Parlamento británico llevó a cabo un informe, fechado en abril, donde analizaba la oleada de denuncias por pinchazos, principalmente a mujeres, en otoño del año pasado, con 1.382 casos entre septiembre de 2021 y enero de 2022 en el ocio nocturno y fiestas. En Francia se han presentado más de 800 denuncias hasta el 16 de junio pasado, según datos de la Dirección General de la Policía Nacional (DGPN).
Según han reportado autoridades, uno de los primeros lugares fue en los festejos de San Fermín y desde entonces parece que esta tendencia solo ha ido en aumento en los locales de ocio nocturno durante este verano. La noticia causa tal estupor que en los últimos días influencers españolas se han sumado a campañas para concientizar acerca de la peligrosidad sobre lo ocurrido.
Por lo pronto, ya van cuatro comunidades autónomas españolas que han confirmado casos de pinchazos en las últimas horas: se trata de Cantabria, Andalucía, País Vasco y Cataluña, donde se han registrado más casos y han alertado a la población, especialmente a mujeres, del riesgo de que se produzcan, especialmente en discotecas. Quienes denuncian estos episodios acusan que suelen registrar descomposturas caracterizadas por mareos y vómitos.
Por su parte, la Guardia Urbana de Barcelona ha atendido el pasado fin de semana dos denuncias más de mujeres por pinchazos en discotecas. Estas dos denuncias elevan a siete las registradas en Barcelona, que están investigando caso por caso a través de testigos y grabaciones de cámaras de seguridad.
Las mujeres son, inicialmente, las únicas víctimas de los pinchazos en discotecas: desafortunadamente, el perfil de las personas que sufren dicho ‘ataque’ está muy claro y definido. La víctima permanecía en un entorno festivo o de ocio nocturno, notó un pinchazo, en brazos o piernas y, posteriormente, comenzó a sentir mareos y somnolencia.
La preocupación ya es más que evidente y, al respecto, as autoridades tanto nacionales como locales han señalado que no se conoce la intención o finalidad de estos pinchazos, por lo que no se descarta ninguna hipótesis o línea de investigación.
