Bette Nash es una verdadera amante de los aviones, los viajes y su profesión. Hoy tiene 82 años, pero vuela como azafata desde hace más de 20. Comenzó a volar en 1957 para American Airlines, cuando los boletos costaban 12 dólares y los horarios de los vuelos eran escritos en pizarrones.
Es la asistente de vuelo más antigua de Estados Unidos, por lo que puede volar cualquier ruta que desee. Pero desde 1961, decidió hacer la ruta que conecta Washington DC y Boston (Estados Unidos) para para poder regresar a su casa por la noche y estar con su hijo que tiene necesidades especiales.
«Mi trabajo significa mucho para mí, realmente ha sido una alegría.»
Bette cumple con todo lo necesario para poder seguir haciendo su trabajo. Tiene la fuerza suficiente para arrastrar a un pasajero enfermo y hacerle reanimación. Además, todos los años pasa las pruebas anuales que les realizan a todas las azafatas.
Ella cuenta que su parte favorita de volar es recibir y despedir a los pasajeros en la puerta del avión. Es algo que verdaderamente disfruta.
«¿Me gusta mi trabajo? Amo mi trabajo.»
Este año, en la empresa que trabajan están festejando sus 60 años de labor y la forma en que lo ha hecho. Siempre con una sonrisa, haciendo sentir a todos cómodos y con una imagen impecable.
Por estas razones, en su honor, su jefa la sorprendió con aretes de diamantes. Y el CEO, Doug Parker, anunció una donación 10.000 dólares al Sacred Heart Catholic Church Food Bank en su nombre.
