Bajo las profundas aguas de la costa oeste de la península del Cabo Malea, en el Peloponeso, se encuentra un tesoro arqueológico único: Pavlopetri, una ciudad de la Edad de Bronce que data del tercer milenio a.C. y que se mantuvo habitada hasta el 1.100 a.C. Este asombroso yacimiento, con más de 5.000 años de historia, ha sido reconocido por la UNESCO como la ciudad sumergida más antigua del mundo.
Pavlopetri no es simplemente un conjunto de ruinas bajo el agua; es un testimonio excepcionalmente bien conservado de una antigua civilización. Entre las estructuras sumergidas se pueden apreciar quince edificios, calles empedradas, patios y numerosas tumbas, todos ellos testimonios silenciosos de la vida y la cultura de hace milenios.
El descubrimiento de esta asombrosa ciudad subacuática tuvo lugar en 1967, cuando investigadores detectaron las antiguas ruinas bajo el mar en la bahía de Vatika, cerca de la costa. Desde entonces, los arqueólogos han estado estudiando este sitio arqueológico invaluable, que arroja luz sobre la forma de vida de la Edad de Bronce en la región.
Sin embargo, la belleza y el valor histórico de Pavlopetri no han estado exentos de desafíos. En 2016, el sitio fue incluido en la lista de World Monuments Watch, que reúne lugares de patrimonio cultural en peligro en todo el mundo. La razón principal de esta inclusión fue la creciente vulnerabilidad de Pavlopetri a la contaminación y al cambio climático, que amenazan con degradar este tesoro histórico único.
Pavlopetri, con sus calles y edificios sumergidos, ofrece una ventana fascinante al pasado, permitiéndonos imaginar cómo era la vida en esta antigua ciudad costera. La conservación y protección de este sitio son esenciales para garantizar que las generaciones futuras puedan seguir maravillándose ante esta joya de la arqueología submarina y que su legado perdure en la historia de la humanidad.
