Hawái atraviesa momentos de máxima tensión tras el terremoto de magnitud 8,8 en la península rusa de Kamchatka, que desató una alerta de tsunami en todo el Pacífico. El gobernador del archipiélago, Josh Green, decretó el estado de emergencia e instó a la población a evacuar las zonas costeras.
“He firmado una proclamación de emergencia y los Centros de Operaciones de Emergencia del Estado y del Condado están completamente activados. Por favor, tomen esta situación en serio”, advirtió Green en la red social X, calificando la amenaza como “la advertencia más grave que pueden tener”.
Sin embargo, mientras miles de residentes y turistas buscaban ponerse a salvo, un surfista decidió desafiar las recomendaciones y se lanzó al mar en la famosa playa de Waikiki, esperando pacientemente la llegada de la posible gran ola para surfearla.
La escena, que rápidamente se volvió viral en redes sociales, generó indignación y asombro en medio de la incertidumbre que también afecta a Japón, México, Chile, Ecuador, Perú, Canadá y la costa oeste de Estados Unidos, todos bajo advertencias similares.
No sería la primera vez que un surfista intenta cabalgar una ola de tsunami. El peruano Felipe Pomar, primer campeón mundial de surf, lo hizo el 3 de octubre de 1974, tras un terremoto de 7,4 grados en Perú que dejó 200 muertos y más de 3.500 heridos. Pomar y un amigo se internaron en el mar para enfrentarse a la ola más grande de sus vidas, aunque tras ver la magnitud de la tragedia decidieron guardar silencio durante una década.
Hoy, en Hawái, el riesgo es inminente y las autoridades insisten en que la prioridad es la seguridad de la población, no la adrenalina de unos pocos.
