El iceberg más grande del planeta, conocido como A23a, podría romperse en pedazos en cuestión de semanas. Esta colosal masa de hielo, que alguna vez alcanzó el tamaño del estado de Rhode Island en Estados Unidos, atraviesa un acelerado proceso de derretimiento y fracturación.

Los expertos advierten que el bloque se desintegrará como una “avalancha flotante”, liberando enormes fragmentos de hielo en el océano. El avance del verano en el hemisferio sur, donde se encuentra actualmente, está debilitando aún más su estructura.

El A23a, desprendido de la Antártida en los años 80, pasó décadas encallado hasta que comenzó a moverse nuevamente. Hoy, su inminente colapso mantiene en alerta a la comunidad científica por el impacto que podría tener en los ecosistemas marinos y en las rutas de navegación del Atlántico sur.





