La biodiversidad de Corrientes acaba de sumar una noticia esperanzadora: un yaguareté silvestre fue registrado por cámaras trampa en los Esteros del Iberá, marcando un nuevo hito en los proyectos de conservación y reintroducción que desde hace más de una década buscan recuperar a esta especie emblemática del Litoral argentino.
Las imágenes, difundidas por organizaciones ambientales, confirman que el gran felino sudamericano está logrando reinstalarse en su hábitat natural tras más de 70 años de extinción local. El hallazgo también tuvo repercusión en Misiones, donde se encuentra la población silvestre más numerosa del país.
El Iberá, un inmenso sistema de humedales de más de 12.000 kilómetros cuadrados, se ha consolidado como un santuario natural para especies amenazadas como el ciervo de los pantanos, el aguará guazú, los yacarés y numerosas aves. Allí se lleva adelante un proyecto de reintroducción del yaguareté que ya permitió el nacimiento de crías en libertad, un logro sin precedentes para la conservación en Argentina.

La presencia del yaguareté no solo representa un símbolo cultural y natural de la región, sino que también cumple un rol ecológico clave: regula poblaciones de herbívoros, favorece la regeneración de la vegetación y mantiene el equilibrio de los ecosistemas. En un contexto global marcado por la deforestación y la caza furtiva, cada avistamiento refuerza la importancia de estos esfuerzos.
Aunque el registro ocurrió en Corrientes, el impacto se extiende a Misiones, que protege el núcleo más estable de la especie en la Selva Paranaense. Expertos destacan que el siguiente desafío será fortalecer los corredores biológicos que conectan ambas provincias, garantizando así la supervivencia a largo plazo de este gran depredador en el corazón del Litoral.





