Un jaguar adulto en Brasil sorprendió a los investigadores al nadar al menos 1,3 kilómetros en la represa de Serra da Mesa, en el centro del país, estableciendo el récord más extenso de nado confirmado para su especie. El hallazgo fue documentado por cámaras trampa del Jaguar Conservation Fund y publicado por New Scientist, abriendo nuevas preguntas sobre la capacidad de adaptación de estos felinos en hábitats fragmentados.

El registro se remonta a mayo de 2020, cuando el equipo liderado por Leandro Silveira fotografió a un macho en el continente. Cuatro años después, en agosto de 2024, el mismo animal fue identificado en una isla del embalse gracias a su patrón único de manchas. Para llegar hasta allí, debió cruzar un mínimo de 1,3 kilómetros, aunque los especialistas no descartan que la distancia real haya alcanzado los 2,3 kilómetros.
Hasta ahora, los registros de nado en jaguares no superaban los 200 metros, pese a que la especie es conocida por su destreza acuática y por cazar caimanes en ríos y lagunas. “Estamos siendo conservadores al asumir que este jaguar utilizó una pequeña isla como escala”, explicó Silveira, quien destacó que se trata del trayecto más largo confirmado en cualquier gran felino mediante evidencia directa.

La motivación detrás de la travesía aún es un misterio: la isla donde terminó su recorrido es pequeña y no parece ofrecer una gran abundancia de presas. Sin embargo, casos similares en otras especies de felinos demuestran que estos animales pueden recurrir a nados extremos por alimento, territorio o pareja.
En Estados Unidos, un puma apodado Nolan recorrió 1,1 kilómetros a nado desde la península Olímpica hasta la isla Squaxin en 2020, mientras que en Uganda, dos leones hermanos lograron cruzar el canal Kazinga nadando hasta 1,5 kilómetros en aguas infestadas de cocodrilos e hipopótamos.
Estos episodios muestran que los grandes felinos son capaces de superar límites físicos que antes parecían impensados. También reflejan la urgencia de conservar la conectividad entre hábitats, en un contexto donde la presión humana y el cambio climático generan territorios cada vez más fragmentados y hostiles para la supervivencia de estas especies.





