En el corazón de Hanói, capital de Vietnam, se encuentra uno de los escenarios urbanos más insólitos y famosos del mundo: la Train Street. Esta angosta calle, atravesada por las vías férreas, se ha convertido en una de las postales más buscadas por turistas, que llegan atraídos por la posibilidad de ver pasar un tren a escasos centímetros de casas, negocios y cafeterías.
Lo que en cualquier otra ciudad parecería imposible, en Hanói se transformó en un fenómeno cultural. Ubicada en la intersección de Dien Bien Phu y Ton That Thiep, la calle sorprende por el estrecho margen que deja entre los convoyes y las fachadas de las viviendas. Cuando el tren se aproxima, los vecinos realizan un ritual casi coreográfico: levantan mesas, retiran sillas, apartan bicicletas, mascotas y todo lo que pueda estorbar al paso del convoy. El estruendo y la cercanía convierten cada recorrido en un espectáculo que nadie quiere perderse.
Cafés junto a las vías y auge en redes sociales
La viralidad de Train Street en redes sociales atrajo a miles de viajeros internacionales y dio origen a un curioso modelo económico: cafeterías y bares pegados a las vías, donde los clientes disfrutan de un café vietnamita mientras observan el paso del tren. Esta experiencia, tan peligrosa como fascinante, disparó la popularidad del lugar y lo consolidó como una de las atracciones urbanas más fotografiadas de Asia.
El exceso de turistas, sin embargo, trajo problemas. Muchos visitantes arriesgaban demasiado en busca del selfie perfecto, lo que llevó a las autoridades a cerrar el acceso público por motivos de seguridad. Tras el malestar de los comerciantes, se llegó a una solución: la calle se reabrió con nuevas reglas, y ahora solo quienes consumen en los cafés pueden acceder a zonas habilitadas para vivir la experiencia de forma segura.
El encanto del Barrio Antiguo de Hanói
Train Street no es el único atractivo de la zona. Ubicada en pleno Barrio Antiguo, esta calle se enmarca en un distrito con un legado histórico que data de la dinastía Tran (siglos XIII-XV). El entramado original de 36 calles gremiales aún persiste, ofreciendo una atmósfera única donde conviven templos budistas, pagodas, mercados tradicionales y una incesante marea de motos que caracteriza a la ciudad.
Pasear por este barrio es sumergirse en un mosaico de colores, sabores y sonidos. Entre puestos ambulantes, tiendas diminutas y cafés históricos, la rutina se convierte en una experiencia vibrante, donde la modernidad y la tradición conviven en armonía.
Train Street, con su mezcla de peligro, encanto y autenticidad, sigue siendo uno de los rincones más icónicos de Hanói, capaz de transformar un simple paso de tren en un espectáculo urbano inolvidable.





