Las imágenes de un lince ibérico completamente blanco, tomadas en los montes de Jaén, han sorprendido a científicos y amantes de la naturaleza por igual. El felino, identificado como Satureja, muestra una despigmentación inusual que lo diferencia del característico pelaje pardo-anaranjado de su especie.
El hallazgo, realizado por el fotógrafo de naturaleza Ángel Hidalgo, fue descrito por él mismo como “un momento inolvidable”. Hidalgo relató que, tras meses de seguimiento, logró ver con sus propios ojos lo que parecía “un bulto blanco que irradiaba luz propia”. En redes sociales, lo bautizó como “el fantasma blanco del bosque mediterráneo”.
Sin embargo, el origen de su peculiar color aún sigue siendo un misterio. Desde el proyecto Life LynxConnect, dedicado a la recuperación del lince ibérico en España y Portugal, explicaron: “No sabemos si es por una causa genética o por algún otro motivo”. Los agentes medioambientales planean capturar al ejemplar —sin dañarlo— para extraer muestras y analizar las causas de esta despigmentación.
Entre las hipótesis que se manejan están el albinismo, el leucismo, una posible enfermedad o incluso factores externos como el estrés. Pero los expertos piden cautela: “Afirmar cualquiera de ellas sería precipitado. No sabemos si es una condición de nacimiento o algo adquirido”.
Por ahora, se tiene conocimiento de un solo ejemplar con estas características. Satureja habita una zona protegida de Jaén, donde los esfuerzos de conservación han permitido que el lince ibérico pase de estar en peligro de extinción a ser una especie vulnerable.
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, la población de linces aumentó un 18,8 % entre 2023 y 2024, alcanzando 2.401 individuos en toda la península ibérica. Este avistamiento único no solo ha despertado admiración, sino también un renovado interés por la preservación de los hábitats naturales donde estas especies aún pueden sorprender al mundo.
