Investigadores de la Universidad McMasters en Canadá encontraron que aquellos que consumían más de dos porciones de queso al día vieron una disminución en la posibilidad de un derrame cerebral y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Durante el estudio se observaron 130.000 personas de entre 35 y 70 años, de 21 países diferentes. Y al finalizar, se determinó que los consumidores de productos lácteos, que comían menos de la mitad de una porción al día, aumentaban su tasa de mortalidad en un 44,4%.
«Nuestros hallazgos respaldan que el consumo de productos lácteos podría ser beneficioso para la mortalidad y las enfermedades cardiovasculares, especialmente en los países de ingresos bajos y medios donde el consumo de productos lácteos es mucho menor que en América del Norte o Europa», dijo Mahshid Dehghan, autor principal del estudio.
Y si esa no es una razón suficiente para desenterrar el set de fondue, un estudio separado realizado por la Universidad de Texas A&M descubrió que comer queso maduro, como el queso cheddar, el queso azul y el queso parmesano, podría reducir las probabilidades de cáncer de hígado.
Un compuesto llamado espermidina, que se produce en el queso envejecido, podría ayudar a prevenir dos de los tipos más comunes de cáncer de hígado, la fibrosis hepática y el carcinoma hepatocelular, al impedir que las células dañadas se repliquen.
Estos no son muy buenos perros antidrogas, solo encuentran quesos y comida
Seis perros antidrogas resultaron ser pésimos en sus trabajos, por lo que después de seis meses de en el Aéreopuerto de Manchester en Inglaterra tuvieron que ser removidos de sus puestos.
Uno de estos perros (que seguro es el más bromista) en vez de encontrar cocaína y heroína, siempre se aparecía con embutidos y quesos.
El tema aquí es que el gobierno británico gastó £1.7 millones en los animales que se suponía que estaban súper entrenados para encontrar substancias ilegales. Continuar leyendo…
