Un equipo de científicos dirigido por expertos de la Universidad de York en el Reino Unido ha estudiado y analizado la mejor manera de diseñar una red mundial de santuarios oceánicos con el objetivo de proteger todo el inmenso espectro de vida marina en alta mar.
A partir de la recopilación de datos, procesaron información seleccionando alrededor de 450 características propicias para la conservación. Entre ellas la distribución geográfica de las especies, características biogeográficas, características oceanográficas.
¿En qué consiste?
La comunidad científica exige que al menos el 30% de los océanos del mundo se protejan como santuarios marinos. Es decir, considerarlas áreas a salvo de la explotación humana.
Te mostramos en este mapa las áreas en naranja que muestran cómo se podría alcanzar la cifra deseada de un 30% de preservación para proteger todo el espectro de la vida marina:
¿Cuáles son las principales amenazas para los océanos?
La iniciativa por implementar estos santuarios marinos buscan salvar a los océanos y así evitar peores efectos y daños del cambio climático y fomentar y garantizar la seguridad alimentaria para miles de millones de personas.
Hoy en día, las principales amenazas para los océanos consisten en los efectos del cambio climático, la pesca industrial, la acidificación, la contaminación de aguas como consecuencia de la excesiva presencia de plásticos, la minería en los fondos marinos y la extracción de petróleo.
Frente a este escenario, es necesario aumentar una red de proteccionismo con una apuesta por la selección de los hábitats, una amplia cobertura para promover la conectividad y los refugios de último recurso y el uso de datos de la temperatura de la superficie del mar para identificar lugares que probablemente cambien más lentamente o se adapten más fácilmente ante el aumento de la temperatura. Las áreas utilizadas intensivamente por las flotas pesqueras de alta mar se evitaron para reducir la posible interrupción de la actividad pesquera. Se propone una moratoria provisional sobre la minería de los fondos marinos para garantizar que las opciones se mantengan abiertas mientras se construye una red de protección.
Problemas a futuro
Según los análisis e investigación realizados por estos científicos, la minería de los fondos marinos consiste en una industria emergente que sin lugar a dudas dañará los ecosistemas vulnerables de las profundidades marinas. Se está autorizando la exploración minera en enormes franjas del fondo marino, muchas de las cuales, como muestra nuestro estudio, son zonas de un alto índice de biodiversidad.
A su vez, las crecientes presiones y acciones humanas que impactan sobre alta mar han generado un rápido -y por demás peligroso- deterioro de la fauna marina y al mismo tiempo una degradación en los hábitats. De esta manera, no sólo representan un peligro para la supervivencia en la vida oceánica, sino que también se trata de un problema para la capacidad de alta mar en cuanto a brindar servicios ecosistémicos clave que nos sustentan a todos.
¿Cuál es la solución? No existen fórmulas mágicas -o al menos no han sido descubiertas hasta el momento- lo que sí se puede determinar es que deben de implementarse medidas que busquen una protección de los océanos. Y cuanto antes, mejor. Tal cual dice el dicho “mejor prevenir que curar”, no es lo mismo empezar a pensar en soluciones ahora, que esperar a que los daños en estos espectros marinos hagan que se vean mucho más afectados.
