«Cuando una sociedad no cuida a sus ancianos niega sus propias raíces y simplemente sucumbe» describe el sitio web de la carrera de Gerontología, Área de Ciencia del Envejecimiento, de la Universidad Maimónides de Argentina.
Y el mensaje es 100% acertado. Así, en colación a esta realidad, hay decisiones que se toman en pos de mejorar la convivencia de las personas mayores en la sociedad.
Es el caso de Bilbao, la ciudad portuaria industrial en el norte de España. Las autoridades oficiales han decidido y gestionado la implementación de circuitos de entrenamiento mental para personas mayores.
En palabras del Director de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao, Fran Viñez, la misión es crear «espacios donde la gente pueda hacer no sólo ejercicios físicos sino también cognitivos, estamos haciendo que las personas interactúen unas con otras«.
Estos circuitos de entrenamiento mental suponen beneficios en la capacidad de atención y en la habilidad para resolver cálculos mentales. Se diseñaron especialmente para mejorar el ejercicio mental. También, y no menos importante, estos circuitos impulsan la creación conexiones sociales, luchando así contra el problema de la soledad y las personas que viven sin relacionarse unas con otras.
Las obras y el trabajo que demanda poner en marcha todo este sistema, lejos de parecer un gasto, asemejan una verdadera inversión en salud pública por parte de las distintas ciudades dispuestas al servicio de su comunidad. A medida que las personas se van convirtiendo en ancianos, se ven más susceptibles a ser afectados por enfermedades mentales como la demencia. De hecho, la Organización Mundial de la Salud presupone que el número de personas que presentan esta enfermedad se triplicará de cara al año 2050.
Cabe destacar que, esta iniciativa ya ha sido implementada de ante mano en otras ciudades del mundo. Como ser, en Corea del Sur han puesto en marcha un programa de gimnasia para la mejora cognitiva de las personas ancianas que sufren demencia.
Luego de que estuviera en práctica, los especialistas que investigaban el tema descubrieron que, después de formar parte de las actividades lúdicas, los participantes se habían vuelto más fuertes al caminar, así como también experimentaron mejoras en su bienestar.
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En Japón crearon un “Restaurante de las comandas equivocadas”: los empleados son ancianos con demencia pero los errores no se juzgan
El “Restaurante de las Comandas Equivocadas” fue el nombre elegido para esta alternativa gastronómica que desde hace algunos meses abrió en Japón.
La elección no podría definir mejor lo que espera a los clientes interesados: aquí corres la suerte de que el pedido de comida que llegue a tu mesa no sea el correcto ni el indicado. ¿Pero qué más da?
¿De qué trata? Justamente de un espacio en el que los errores y las equivocaciones no son criticadas ni señaladas de mala manera. Y, por sobre todo, se trata de una propuesta inclusiva que tiene por objetivo fomentar la participación de personas con capacidades diferentes dentro del sistema laboral. Continuar leyendo…
