Situada en el oeste de Argentina, a una distancia de alrededor de mil kilómetros de Buenos Aires, se encuentra la ciudad de Mendoza. Es la capital de la provincia, también bautizada con el mismo nombre -Mendoza-, que se aprecia sobre la llanura al este de la Cordillera de los Andes.
Algunos rankings y estudios internacionales han indicado que se trata de uno de los mejores lugares de Argentina para viajar, experimentar y hasta quedarse a vivir. De hecho, no es casual que sea Mendoza uno de los lugares elegidos para apreciar y admirar la combinación de atractivos dentro de una misma provincia: la precordillera, la nieve, el Cerro Aconcagua, el vino, los rastros aborígenes, y más, más y más.
A Mendoza se la reconoce como la tierra del sol y el buen vino. La imponente producción y elaboración vitivinícola resalta casi de la misma forma que sus aptas condiciones climáticas.
La producción de vino mendocino es un emblema en el mundo. Gracias a él, Argentina se ha posicionado en el mundo como un líder en el mercado en cuanto a producción y comercialización de vinos.
La industria vitivinicultora es considerada aquí como un emblema a nivel mundial, marcando la diferencia a partir de las clasificaciones en cuanto a volumen en la cosecha, calidad en la producción y exportaciones a mercados internacionales.
Sobre esta provincia es posible encontrar las bodegas que nuclean un aproximado 70% de la elaboración de los vinos con etiquetas nacionales. Ahora bien, durante estas últimas horas anticipábamos que algo fuera de lo normal estaba ocurriendo en Mendoza. Que el pueblo se encontraba en una situación delicada que lo obligaba a salir a la calle. Que, en definitiva, algo grave estaba pasando. Y no es para menos, te contamos por qué.
El reclamo que convoca a los mendocinos a salir a la calle a manifestarse durante los últimos días de este 2019 tiene como motivo la pronunciación en contra de una medida de actualización hacia una ley que rige desde el año 2007, y la cual prohibía el uso de sustancias tóxicas en las actividades de minería.
A partir de una nueva modificación durante mediados del mes de diciembre, desde las autoridades políticas han dispuesto que se habilitara el uso de sustancias tales como el cianuro y el ácido sulfúrico (sólo limita el mercurio) que, según los ambientalistas, provocaría la contaminación del agua en la provincia.
¿Qué significa esto? Que el agua que consumen en la provincia, y la cual es distribuida también a lo largo y ancho del país se vería contaminada. La minería metalífera demanda grandes cantidades de agua. Esto representa un recurso vital para la zona, y al mismo tiempo algo escaso, por lo que el reclamo indica dar a conocer el riesgo que esto podría significar.
Como comentábamos anteriormente, ‘El agua de Mendoza no se negocia’ es el lema con el que la población que se manifiesta en contra de esta nueva modificación de la ley ha salido a denunciar su disconformidad. Ya sea tanto por el consumo de agua de los mismos habitantes que corre peligro, como de las actividades productivas que requieren agua. Entre ellas, una de las más importantes para la economía en Mendoza: la producción vitivinícola.
Así es como también algunas bodegas se expresaron mediante reclamos y denuncias de diferentes maneras. Como ser, la promoción y lanzamiento de un nuevo vino mendocino: «sabor noble a cianuro«. Además, el anuncio amplia que con esta nueva degustación se podrá apreciar unas finas notas de ácido sulfúrico. Como si fuera poco chocante, el mensaje final: «Ideal para diputados y legisladores«.
El descontento de la población y trabajadores de viñedos es tal que hasta insisten con que no se realice la emblemática Fiesta de la Vendimia, evento multitudinario que se da cita en la provincia durante el último domingo de febrero y el primer viernes de marzo. Al respecto, vecinos aseguran «Que no hagan nada, ningún festival debe hacerse«.
Y en caso de avanzar con la decisión, están en lo cierto. Si un pueblo pierde una batalla contra un recurso tan importante como el agua, y si el negocio de la megaminería todavía se queda con esa ventaja, entonces no hay nada que festejar.
El 2020 será uno de los años más calurosos que se hayan registrado: estiman más de 1.5°C por encima de los niveles preindustriales
Así lo ha determinado Met Office, la Oficina Meteorológica que comprende al Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido y un Departamento Ejecutivo del Ministerio de Defensa.
Según lo indicado, estiman que el próximo 2020 será otro de los años más calurosos que se hayan registrado en el mundo, con un pronóstico de temperaturas que superen un 1.1°C sobre el promedio de temperatura preindustrial.
El diagnóstico anticipado por parte de Met Office se ha basado en la observación de tendencias y temperaturas registradas en los últimos años. Los especialistas han detectado que, a medida que se llega a un nuevo año, la temperatura media se supera en 1°C. Continuar leyendo…
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