Desde el próximo 8 de marzo, Aerolíneas Argentinas dejará de operar sus vuelos hacia Cuba, anunció la compañía el pasado 25 de enero. La decisión, según fuentes internas, responde a las pérdidas continuas que ha generado la ruta aérea hacia La Habana.
Aunque la empresa ha argumentado que la suspensión se debe a la falta de rentabilidad del destino cubano, no ha especificado si otras rutas correrán la misma suerte. Esta medida plantea incertidumbre sobre la viabilidad de otros destinos que podrían estar en la mira de la aerolínea, tanto a nivel nacional como internacional.
Hasta la fecha de cierre, Aerolíneas Argentinas mantendrá una frecuencia semanal hacia La Habana. Según datos proporcionados, la ruta aérea acumuló pérdidas cercanas al medio millón de dólares en el transcurso del 2023, lo que ha motivado la decisión de cerrarla.
«La decisión se basa en un análisis comercial que busca proteger y potenciar a la compañía, además de fortalecer y priorizar los destinos que le resulten más beneficiosos económicamente», señalaron fuentes de la aerolínea a Infobae.
En un esfuerzo por optimizar recursos, se planea mejorar la calidad del servicio hacia Cancún, eliminando el tramo final que conectaba con La Habana. Esta medida permitirá una mayor eficiencia en la gestión de tripulaciones y otros recursos dedicados a la operación.
Los pasajeros que ya hayan adquirido boletos hacia La Habana serán reubicados en vuelos de otras aerolíneas sin costo adicional, o podrán cancelar su viaje con el reintegro completo del valor del ticket.
La suspensión de la ruta hacia Cuba se enmarca en un contexto más amplio de reestructuración en Aerolíneas Argentinas. Recientemente, el Gobierno anunció una reducción del 43% en la cantidad de direcciones de la empresa y un recorte del 35% en los reportes directos a la Gerencia General.
Estas medidas coinciden con la designación de Fabián Lombardo como nuevo gerente de la compañía y reflejan la búsqueda de una mayor eficiencia operativa y financiera.
Además, la decisión de suspender los vuelos hacia Cuba puede interpretarse como parte de un cambio en la política exterior del gobierno argentino. En línea con las declaraciones del presidente Javier Milei durante su campaña y su mandato inicial, se observa un distanciamiento de países con posturas políticas consideradas opuestas, como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El replanteamiento de las relaciones internacionales por parte del gobierno argentino refleja un giro hacia posturas más alineadas con Estados Unidos y una clara oposición a regímenes que, según Milei, violan los derechos humanos en sus respectivos países.
Este movimiento subraya una nueva dinámica en la política exterior argentina y plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones diplomáticas y comerciales con otras naciones de la región y del mundo.
