Otro año más, y también coincidiendo en plena temporada de verano para la región, un nuevo incendio en la Patagonia argentina obliga a residentes y turistas a estar en alerta: autoridades locales obligaron a evacuar a unos 300 turistas alojados en refugios de montaña cercanos a la ciudad de El Bolsón, así como a más de 25 familias, luego de que el fuego arrasara unas 1.600 hectáreas de bosque en la provincia de Río Negro.
Según ha informado el gobierno de esta provincia en el sur de Argentina a través de un comunicado, el fuego se desató en la tarde del jueves en el camino a la reserva natural Cajón del Azul, al noroeste de la ciudad turística de El Bolsón. El mismo habría atravesado la localidad de Mallín del Medio y llegado hasta El Guadal.
En efecto, las autoridades recurrieron a evacuaciones preventivas durante la madrugada de este viernes: en especial, fueron asistidas “alrededor de 300 visitantes» que estaban en los refugios y «resguardados en zona segura”.
“Actualmente, el avance del fuego es moderado, pero se espera un incremento en su intensidad con el aumento de la temperatura durante el día. Se solicita a los vecinos de Mallín Ahogado, El Guadal, Subida de Seguel y zonas cercanas permanecer atentos a las indicaciones de los organismos oficiales”, advirtieron desde la Municipalidad de El Bolsón.
La Patagonia argentina en alerta por incendios de grandes proporciones
Se trata del tercer incendio de grandes proporciones que se ha desatado en la Patagonia argentina durante esta temporada de verano 2024-2025. El primero fue en el Parque Nacional Nahuel Huapi, cercano a la ciudad de Bariloche, que ya ha carbonizado más de 4.200 hectáreas y no está totalmente extinguido tras semanas de actividades.
El segundo fue en la localidad de Epuyén, en la provincia de Chubut, donde las llamas han arrasado 1.800 hectáreas de bosque y pastizal, quemó medio centenar de viviendas y resultaron afectadas 200 familias.
Cabe destacar que esta es una zona que en otras oportunidades también ya ha registrado acontecimientos de este tipo: las elevadas temperaturas, la ausencia de lluvias y la posibilidad de que se produzcan fuegos mal apagados, resultan una combinación peligrosa para la conservación de los bosques patagónicos durante el verano. En particular, esta vez, el avance de las llamas respondió a temperaturas superiores a los 33 grados y a los fuertes vientos que se reportaron en la Patagonia.
Las imágenes que han circulado por redes sociales son verdaderamente tristes y preocupantes: por lo pronto, y tras haber sido desplegado un operativo compuesto con vehículos de apoyo terrestre, un avión y un helicóptero hidrante, todavía trabajan en la zona un centenar de profesionales de diversos organismos para intentar contener el fuego.
