Como todos los años, ayer 21 de junio se celebró el Día Internacional del Yoga, fecha que ha aprobado la Asamblea General de la ONU en el 2014, y que promueve que “las personas y las poblaciones adopten decisiones más saludables y modos de vida que propicien la buena salud”.
La norma de la ONU remarcó el yoga ofrece un enfoque holístico de la salud y el bienestar y exhorta a los países y a organizaciones de la sociedad civil, las no gubernamentales y a los particulares a “difundir más ampliamente la información relativa a las ventajas que entraña practicar el yoga sería beneficioso para la salud de la población mundial”.
Miles de personas aprovecharon la jornada para mostrar su pasión por el yoga en eventos multitudinarios, una imagen que la obligada distancia social ha sustituido este año por reducidos encuentros virtuales.
De todas formas, en varias ciudades, especialmente en Asia, se realizaron encuentros por aficionados a esta práctica.
Los estudiosos indios creen que el yoga se remonta a hace unos 5.000 años, basándose en la evidencia arqueológica de unas inscripciones representando poses en piedras, así como referencias a las enseñanzas yóguicas en los Vedas, antiguas escrituras hindúes.
El yoga es una herramienta muy útil para lidiar con el estrés de la incertidumbre y el aislamiento, así como para mantener el bienestar físico.
En la actualidad, se practican varias formas de yoga y su éxito y el número de seguidores es cada vez mayor en todo el mundo. La celebración el 21 de junio del Día Internacional del Yoga sirve para concientizar a la población sobre los beneficios de practicarla.