El gobierno de Austria anunció, el pasado sábado 14 de noviembre, la necesidad de recurrir nuevamente el cierre de escuelas y tiendas no esenciales, en el marco de la imposición de un nuevo confinamiento total del país que dará inicio este martes y se extenderá durante las próximas tres semanas.
Con una misma lógica que la planteada para la primera cuarentena efectuada en la primavera europea, las autoridades advierten que el objetivo es lograr una «reducción sustancial» de los contagios, descongestionar los hospitales y salvar las fiestas navideñas para las familias y para el comercio.
Cabe destacar que Austria fue uno de los países que mejor controló la primera ola de la pandemia, pero ahora los números han desatado la preocupación de las autoridades y un primer intento de confinamiento resultó ineficaz para controlar una acelerada propagación del coronavirus en el país.
Según el sitio web «Our World in Data«, el número medio de infecciones diarias se situaba el sábado en 831 por millón de habitantes, lo que posicionó a Austria a la cabeza a nivel mundial, delante de Suiza y la República Checa. Ante este escenario, el país alpino ampliará su toque de queda nocturno a todo el día, lo que implica que todas las instituciones educativas, desde guarderías hasta universidades, deberán permanecer cerradas y funcionar de forma remota siempre que sea posible.
En consecuencia, fue el mismo canciller Sebastian Kurz quien pidió a la población no reunirse con nadie para frenar la propagación del coronavirus. Habrá prohibición de salir de casa y las escuelas y guarderías permanecerán cerradas hasta el próximo 6 de diciembre:
«En las próximas dos semanas y media habrá un ‘lockdown’ similar al impuesto en primavera… Mi petición urgente para las próximas semanas es: no se encuentren con nadie. Todo contacto es un contacto de más»
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