Ceres, el planeta enano más cercano a la Tierra, es un mundo acuático, según una nueva investigación.
Se ha descubierto una vasta reserva de salmuera en Ceres, que orbita alrededor del sol entre Marte y Júpiter. Se encuentra debajo de un cráter de 20 millones de años conocido como Occator, y podría albergar vida.
El hallazgo se basa en un análisis de imágenes de la nave espacial Dawn de la NASA.
La Dra. Carol Raymond, investigadora principal adjunta de la misión, dijo: «Sugiere que Ceres es un mundo oceánico y puede haber estado geológicamente activo en el pasado reciente».
Dawn llegó hasta allí después de dejar el asteroide Vesta en 2012. Orbitó Ceres desde 2015 hasta 2018, antes de quedarse sin combustible.
En los últimos meses viajó a solo 30 kilómetros sobre la superficie, enfocándose en el cráter.
Las observaciones se publicaron en siete artículos en Nature Astronomy, Nature Geoscience y Nature Communications.
El equipo del Dr. Raymond cree que el depósito fue alimentado por el impacto que creó el cráter. Esto llevó a la formación de depósitos de sal en la superficie del planeta, que aparecen como puntos brillantes.
El Dr. Raymond, del Instituto de Tecnología de California (Caltech) en Pasadena, dijo: «La existencia de un depósito de salmuera profundamente asentado debajo de Occator está respaldada por resultados recientes de datos de gravedad».
Otro artículo describió la detección de sales de cloruro, que se encuentran comúnmente en el hielo marino, mediante instrumentos que mapearon el cráter utilizando luz visible e infrarroja.
Encabeza Cerealia Facula, una cúpula en el centro del cráter Occator. Es la primera vez que se encuentra el compuesto más allá de la Tierra.
La autora principal, la Dra. María Cristina De Sanctis, del Instituto Nacional de Astrofísica en Roma, dijo: «La formación requiere la presencia de agua líquida en combinación con actividad hidrotermal.
“La distribución espacial sugiere que las sales de cloruro son el residuo sólido de las salmueras profundas que alcanzaron la superficie en los últimos dos millones de años, o que todavía están ascendiendo.
«Estas sales son muy eficientes para mantener la temperatura interna cálida de Ceres y reducir la temperatura de las salmueras, en cuyo caso pueden existir fluidos salados ascendentes en la actualidad».
Ceres tiene casi 965 kilómetros de ancho, lo que la convierte en el objeto más grande del cinturón de asteroides.
Se encuentra a menos de tres veces más lejos que la Tierra del sol, lo suficientemente cerca para sentir el calor, lo que permite que el hielo se derrita y se vuelva a formar.
Ceres fue el primer planeta enano que se visitó de cerca. Pertenece a una clase distinta de objetos, después de los planetas interiores rocosos como la Tierra y los gigantes gaseosos como Júpiter.
Ha fascinado a los astrónomos durante décadas, ya que se considera un registro de los inicios del sistema solar.
La Dra. Julie Castillo-Rogez, científica planetaria de Caltech que no participó en ninguno de los estudios, dijo: «Durante mucho tiempo se creyó que Ceres era un cuerpo primitivo, ahora Ceres es un mundo oceánico con salmueras profundas a escala regional y potencialmente global.
«Se necesitan más estudios de las condiciones de Ceres y, sobre todo, una misión de seguimiento para estudiar su evolución y habitabilidad potencial».
Ella dijo que los hallazgos también tienen implicaciones para encontrar vida en un mundo helado, como las lunas de Júpiter, Europa y Ganímedes.
La misión Europa Clipper de la NASA y el explorador de lunas heladas de Júpiter (JUICE) se lanzarán en la próxima década.
El Dr. Castillo-Rogez dijo: «Los próximos diez años de exploración de planetas enanos requieren centrarse en la habitabilidad a través del tiempo en estos océanos evolucionados, que probablemente sean ricos en materia orgánica.
«Las sales naturales expuestas en Occator proporcionan un origen directo de la salmuera profunda debajo del cráter y representan un objetivo obvio para una misión futura».
