El astro rey, fuente de vida y energía, se ha despedido de Utqiagvik, la ciudad más septentrional de Estados Unidos, sumiéndola en una oscuridad ininterrumpida que se prolongará hasta el 23 de enero de 2024.
Esta localidad alaska se ha sumido en su característica «noche polar«, un fenómeno anual que deja a sus 4,000 habitantes en la penumbra durante largos meses. La inclinación de la Tierra sobre su eje priva a esta región del sol, creando un escenario de oscuridad prolongada que impacta su rutina diaria y su percepción del tiempo.
El invierno ártico se apodera de Utqiagvik, marcando días con escasa luz diurna y temperaturas gélidas que apenas alcanzan los cero grados. Sin embargo, para quienes residen en esta ciudad, la llegada del solsticio de invierno el 21 de diciembre marca un punto de inflexión, con el sol permaneciendo 4.7 grados bajo el horizonte al mediodía antes de iniciar su lenta resurgencia durante un mes.
Pero este fenómeno no es exclusivo de Utqiagvik. Murmansk, la metrópolis más grande del Círculo Polar Ártico, y Tromsø, en Noruega, también se sumergen en la oscuridad. Con casi 300 mil habitantes, Murmansk experimenta la «noche polar» desde el 2 de diciembre hasta el 11 de enero. Por su parte, Tromsø se oscurece desde el 27 de noviembre hasta el 15 de enero, aunque su enfoque turístico se basa en ofrecer actividades de deportes invernales y la observación de auroras boreales durante este período.
A pesar de la adversidad del oscuro invierno, Utqiagvik anticipa la llegada del verano con entusiasmo. Desde el 11 de mayo hasta el 18 de agosto, la ciudad será testigo del «sol de medianoche«, con días llenos de luz que contrastan notablemente con los meses previos de penumbra constante.
La oscuridad que envuelve estas ciudades árticas marca una realidad única, modelando su vida cotidiana y ofreciendo un paisaje único que atrae tanto al turismo como a la reflexión sobre la influencia del clima en nuestras vidas.