En un movimiento audaz, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) de China ha revelado sus planes de iniciar la producción en masa de robots humanoides para el año 2025. Esta ambiciosa estrategia tiene como objetivo convertir a estos robots en un «importante motor económico» para el país asiático, según anunció la semana pasada.
Los robots humanoides, que imitan no solo la apariencia humana sino también la capacidad de realizar tareas laborales complejas, han sido objeto de desarrollo continuo en los últimos años. La competencia global por el liderazgo en el sector tecnológico ha intensificado la carrera tanto entre empresas como entre naciones, y China busca posicionarse en la vanguardia.
Aunque China ya lidera en áreas como los coches eléctricos y los smartphones, el MIIT considera que la producción masiva de robots humanoides es esencial para asegurar el futuro crecimiento económico del país. El plan es alcanzar la producción en masa para 2025 y transformar estos robots en el principal motor de la economía china para 2027.
El documento oficial explica que se pretende establecer un sistema de cadena de suministro industrial seguro y confiable para la fabricación de estos robots. Con este enfoque, China aspira a convertirse en un modelo global, definiendo reglas y estándares para la comunidad internacional en el ámbito de la robótica.
Este paso hacia la independencia tecnológica es crucial en el contexto de la rivalidad entre China y Estados Unidos. En la carrera tecnológica, Estados Unidos ha intentado frenar el desarrollo chino bloqueando el acceso a tecnología estadounidense. La autosuficiencia tecnológica, incluida la producción masiva de robots humanoides, representaría un significativo avance para China.
Según el Informe Mundial de Robótica 2022, China ha superado a Estados Unidos y se ha convertido en el quinto país más robotizado del mundo. ¿Está China a punto de cambiar el juego económico mundial con su ambicioso plan de robots humanoides? Solo el tiempo dirá cómo impactará esta estrategia en la economía global y en la competencia tecnológica entre naciones.
