Un centenar de fuegos forestales asolan Nueva Gales del Sur desde hace ya varias semanas, de los cuales la mitad siguen sin control, provocando nubes de humo tóxicas que alcanzaron Sídney, la ciudad más grande de Australia.
Este incendio, cuya extensión equivale a la mitad de la superficie de Puerto Rico, se expande desde hace más de un mes y este sábado amenazaba las localidades de Lithgow y Bilpin, separadas entre sí por 50 kilómetros, y cerca del Parque Nacional de las Montañas Azules, o Blue Mountains, una de las bellezas naturales más asombrosas de Australia.
El estado de emergencia rige para su ciudad capital y la más grande, Sídney, por el riesgo ante la presencia de gases tóxicos.
En esta zona, una docena de koalas fueron rescatados de los incendios forestales, según dijeron los conservacionistas este martes, mientras devastadoras llamas invaden cada vez más el hábitat crítico de estos animales.
Los rescatistas escalaron árboles esta semana para recuperar tres machos y cinco hembras, todos adultos, y cuatro bebés, cuyo hábitat está amenazado por un fuego que avanza a través de 140.000 hectáreas en las Montañas Azules.
«Estos koalas son difíciles de encontrar y atrapar, nos gustaría haber salvado más pero estamos contentos de haber podido rescatar al menos a este grupo», explicó por su parte Kellie Leigh, directora de Ciencia para la Vida Silvestre.
Blue Mountains (o Montañas Azules) es un parque nacional en la región de New South Wales, ubicado a unos pocos kilómetros al oeste de Sídney. Este increíble rincón australiano se volvió muy popular por sus espectaculares paisajes naturales con increíbles acantilados, bosques de eucaliptos y cataratas.
Este parque es considerado Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000 y visitar las Blue Mountains desde Sydney se ha convertido en una obligación para los millones de turistas que visitan la famosa ciudad.
Australia se decreta en estado de emergencia por los incendios
La medida declarada por las autoridades australianas durante las primeras horas de este jueves representan un gran estado de alerta para la región de Nueva Gales del Sur.
En especial, la medida de alerta rige para su ciudad capital y la más grande, Sídney, por el riesgo ante la presencia de gases tóxicos. Como consecuencia de numerosos incendios forestales, se han generado nubes de humo tóxicas alcanzando la zona.
No obstante, no es la primera vez que Nueva Gales del Sur declara estado de emergencia durante esta temporada 2019. El primer decreto fue tomado en septiembre ante el comienzo de los incendios.
