Una historia que parece sacada de una película de lujo sorprendió a todos: una influencer pagó un asiento en primera clase para su perrita durante un vuelo de más de 11 horas entre Hong Kong y París.
La protagonista es Fifi, una dachshund de cuatro años que disfrutó de lo que muchos humanos solo sueñan: viajar en un asiento que se convertía en cama, con todas las comodidades de un pasajero VIP. Desde el lounge exclusivo en el aeropuerto hasta la atención del personal de la aerolínea, todo fue preparado para que la pequeña viajera tuviera una experiencia inolvidable.
Mientras otros pasajeros se acomodaban en los asientos ajustados de clase económica, Fifi descansaba plácidamente a 36.000 pies de altura, convertida en toda una celebridad del aire. Su dueña, la influencer Valeria Grechnikova, aseguró que quiso darle ese lujo porque considera a su mascota parte fundamental de la familia.

El episodio generó debate en redes sociales: para algunos, se trata de un exceso innecesario, mientras que otros lo ven como la prueba de cuánto puede significar una mascota para sus dueños.





