Un yate de lujo se hundió frente a la costa de Turquía apenas 15 minutos después de su viaje inaugural, provocando pánico entre pasajeros y tripulación. La embarcación, que había comenzado su primera travesía, rápidamente se sumergió en el mar, obligando a todos a saltar por la borda para salvarse.
Entre los ocupantes que se lanzaron al agua estaban el propietario del yate, el capitán y dos miembros de la tripulación, quienes nadaron hasta la orilla de manera segura y sin sufrir lesiones. La rápida acción de todos permitió evitar víctimas, aunque el incidente generó alarma inmediata.
La Guardia Costera y los equipos portuarios acudieron al lugar y establecieron un perímetro de seguridad alrededor de la embarcación, que permanecía agitada en el agua mientras se evaluaban los próximos pasos para su recuperación y revisión técnica.

El accidente subraya los riesgos que pueden presentarse incluso en yates de lujo durante sus primeros viajes, y la importancia de la rapidez y coordinación en situaciones de emergencia en el mar.





