Al menos 34 personas perdieron la vida tras el trágico naufragio de un barco turístico en la bahía de Ha Long, uno de los destinos más emblemáticos y visitados de Vietnam. La embarcación, que transportaba a 53 pasajeros y tripulantes, se vio sorprendida por el fuerte temporal generado por la llegada de la tormenta tropical Wipha, que avanza con intensidad desde el mar de China Meridional hacia la costa vietnamita.
Según los primeros reportes, la embarcación navegaba en medio de un clima adverso cuando fue golpeada por vientos violentos y olas de gran altura, lo que provocó que perdiera estabilidad y terminara volcándose. Testigos indicaron que muchos pasajeros fueron arrastrados por la corriente en cuestión de segundos, mientras otros intentaban aferrarse a restos del barco.
Los equipos de rescate y guardacostas locales se movilizaron de inmediato, desplegando embarcaciones y buzos para localizar a los desaparecidos. Hasta el momento, 19 personas han logrado sobrevivir, aunque varias de ellas permanecen hospitalizadas en estado delicado debido a la hipotermia y a lesiones sufridas durante el accidente.
La bahía de Ha Long, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famosa por sus imponentes formaciones rocosas y aguas tranquilas, lo que la convierte en uno de los principales atractivos turísticos de Vietnam. Sin embargo, la tragedia pone de relieve la vulnerabilidad de las excursiones marítimas en temporadas de tormentas, un fenómeno común en la región durante los meses de verano.
Las autoridades vietnamitas han iniciado una investigación oficial para determinar si la embarcación contaba con las medidas de seguridad necesarias y si existió alguna negligencia en permitir la navegación a pesar de las alertas meteorológicas emitidas antes de la llegada de Wipha.
Mientras tanto, equipos de emergencia continúan la búsqueda de posibles desaparecidos en las aguas de la bahía, en un operativo que se complica por el mal tiempo y la magnitud del desastre.
Esta tragedia se suma a otros accidentes marítimos ocurridos en Asia durante el paso de tormentas tropicales, recordando los riesgos letales que enfrentan las comunidades costeras y los turistas en medio de un clima cada vez más extremo.
