De acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), el volcán de Fuego, el volcán más activo de Guatemala y Centroamérica con unos 3.763 metros de altura, estuvo inactivo por unos 50 días y entró de nuevo en erupción durante la noche del domingo. Ante este evento y considerando que las cenizas lanzadas por el coloso alcanzan los 7.000 metros de altura, autoridades emitieron un alerta naranja e instan a la población a evacuar la zona por temor a posibles consecuencias.
A partir de las 21:00 horas del domingo, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala reportó un incremento significativo en la actividad del volcán: se observó una fuente de lava de 300 metros de altura sobre el cráter, acompañada de incandescencia, avalanchas y retumbos.

Las autoridades de protección civil de Guatemala recomendaron este lunes la evacuación “inmediata” de 30.000 personas que se encuentran en riesgo por la erupción que registra el volcán de Fuego en el sur y oeste del país centroamericano. Debido a la erupción volcánica, el Ministerio de Educación anunció la suspensión de clases en los municipios de Alotenango (Sacatepéquez), Escuintla y Siquinalá (Escuintla) y San Pedro Yepocapa (Chimaltenango). Por su parte, las líneas aéreas también han sido prevenidas de la actividad del volcán.
María del Trancito Calán, gobernadora de Chimaltenango, ha prohibido escalar el volcán debido a los riesgos de caída de ceniza y posibles deslizamientos en sus laderas. Se ha solicitado a la población aledaña al volcán usar mascarillas para evitar la inhalación de ceniza y seguir las indicaciones de los organismos de emergencia.
La última gran erupción de este estratovolcán, ubicado a unos 50 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca, fue en junio de 2018 y provocó la muerte de más de 400 personas y destruyó varios poblados.
La secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Claudinne Ogaldes, aseguró que hasta ahora tienen albergadas a 282 familias en un albergue del poblado de San Juan Alotenango, en la provincia de Sacatepéquez. No obstante, la funcionaria ha alertado que ante el incremento de la actividad del volcán de Fuego, que se ubica entre las provincias de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, están en riesgo 30.000 pobladores.
Ogalde recomendó que estos habitantes sean evacuados de forma “inmediata” para evitar que sufran daños por la erupción del volcán, de 3.763 metros de altura, y el más activo de Centroamérica y anunció también que tienen preparado un albergue en el municipio de Santa Lucía Cotzumalguapa, en la costa sur de Guatemala.
En paralelo, la Conred informó durante la mañana del lunes y a través de sus redes sociales que al menos 125 familias de las comunidades Las Lajitas y del caserío El Porvenir, habían sido trasladas a un salón municipal del municipio de San Juan Alotenango.