Después de 3 semanas de la reapertura de las Cataratas del Iguazú y otras atracciones turísticas de la ciudad de Foz do Iguaçu, ahora el gobierno brasileño da marcha atrás y vuelve a cerrarlas al público ante el aumento de casos de coronavirus.
De la misma manera que en el lado argentino, también en Brasil se había cerrado el acceso a las Cataratas del Iguazú el 18 de marzo pasado por la epidemia del Covid-19. Pero el 10 de junio, el parque Parque Nacional do Iguaçu abrió sus puertas con un horario acotado y estrictas medidas sanitarias.
El Parque Nacional de Iguazú, del lado brasileño, estará cerrado a las visitas públicas a partir de este miércoles 1 de julio.
El gobernador de Paraná, Ratinho Junior, anunció una nueva cuarentena para siete regiones, que regresarán así a la fase 1. Permanecerán cerradas al público atracciones, como la represa Itapú, así como gimnasios, shoppings, salones de belleza y bares, entre otros.
La medida tiene como objetivo garantizar la salud de todas las personas para contener la pandemia del coronavirus, principalmente en la Región Oeste de Paraná, de acuerdo con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud y el Departamento de Salud del Estado.
Las restricciones se aplican a las regiones de Curitiba, Cornélio Procópio, Cianorte, Toledo, Cascavel, Londrina y Foz do Iguaçu, que cubren 134 municipios y concentran el 75% de los casos del estado.
El lunes pasado, Brasilia ha declarado el estado de calamidad pública como consecuencia de la evolución de los casos de coronavirus. Esta medida fue tomada luego de haber abierto parte de la actividad económica en mayo, en un movimiento que contrasta la flexibilización que se registra en las ciudades con más decesos acumulados, como San Pablo y Río de Janeiro.
Mientras tanto Brasil supera los 57.000 fallecidos, según cifras reveladas el pasado domingo cuando se jugó la segunda jornada del campeonato carioca en Río de Janeiro, ante la reducción de fallecidos en la ciudad vibrante, el alcalde Marcelo Crivella anunció que el 10 de julio se permitiría público en los estadios, pero al 40 por ciento de su capacidad.
