Un equipo de arqueólogos británicos y egipcios ha realizado un hallazgo histórico en la necrópolis tebana de Luxor: la tumba del faraón Tutmosis II, gobernante de Egipto hace más de 3.500 años. Se trata del primer descubrimiento de una tumba real desde la de Tutankamón en 1922, un hito en la egiptología.

El equipo encontró la tumba en los valles occidentales, en un área vinculada a las reinas del Antiguo Egipto. Sin embargo, al adentrarse en la cámara funeraria, hallaron decoraciones que solo pertenecían a los faraones, confirmando que se trataba del lugar de descanso de un rey. Entre los elementos más impactantes estaba un techo azul con estrellas amarillas, una característica reservada para la realeza egipcia.
La tumba había sido vaciada deliberadamente en la antigüedad, probablemente debido a inundaciones que dañaron la estructura. No obstante, los arqueólogos hallaron fragmentos de jarras de alabastro con inscripciones de Tutmosis II y su esposa, la legendaria reina Hatshepsut.

Este descubrimiento es el resultado de más de 12 años de excavaciones, y el equipo ya trabaja en la búsqueda de una segunda tumba que podría contener valiosos tesoros. Según el ministro de Turismo y Antigüedades de Egipto, este hallazgo representa «un momento extraordinario para la egiptología» y permitirá comprender mejor la historia del Antiguo Egipto.