Una nube de cenizas de casi 4.000 metros de altura sorprendió este martes a los habitantes de la isla de Negros, en Filipinas, tras la repentina erupción del volcán Kanlaon, uno de los más activos del país. El fenómeno ocurrió a las 5:51 a.m. hora local, generando una intensa columna de ceniza visible desde varias ciudades vecinas, como La Carlota, donde ya se reporta caída de ceniza volcánica.

El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) calificó la erupción como “voluminosa” y advirtió que se evalúa elevar la alerta al nivel 4 —de un máximo de 5— debido al riesgo inminente de explosiones más violentas. Esta medida implicaría evacuaciones forzadas en un radio de hasta nueve kilómetros alrededor del cráter.
El Kanlaon, con 2.465 metros de altura, ya había registrado una erupción en diciembre de 2024, cuando expulsó cenizas a 3.000 metros y obligó al desplazamiento de miles de personas. En aquella ocasión, también se generaron flujos piroclásticos, peligrosas avalanchas de gases y material volcánico que pueden alcanzar altas velocidades y temperaturas mortales.
Desde el martes, equipos técnicos monitorean de forma permanente la evolución del volcán, analizando su actividad sísmica ante la posibilidad de una erupción aún más severa. La Defensa Civil del país ya puso en marcha protocolos de emergencia y mantiene informada a la población sobre posibles evacuaciones.

Filipinas, con más de 20 volcanes activos, se encuentra dentro del llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas con mayor actividad sísmica y volcánica del mundo.