La imagen de un indígena cargando a su padre para que pueda vacunarse ha dado la vuelta al mundo. La población Zó’é está compuesta actualmente por unos 325 indígenas que viven dispersos en un área de 669.000 hectáreas y, si bien el registro de la situación resulta emocionante, plantea las dificultades que atraviesan para acceder a ciertas comodidades, entre ellas garantizar un sistema de salud correcto.
Al mismo tiempo, debido a las difíciles condiciones de acceso al área en la que habitan los Zo’é, y a la inexistencia de programas estaduales o federales de desarrollo en la región norte del estado de Pará, la zona continúa relativamente preservada.
La fotografía en cuestión muestra a Tawy Zó’é, de 24 años, luchando por cargar a Wahu Zó’é, de 67, en el norte de Pará, Brasil. El médico que los atendió, @erikjenningssimoes, quedó conmovido con la escena y registró el momento en una postal que publicó luego en sus redes sociales.
«Quería enviar un mensaje positivo«, indicó el galeno en diálogo con @bbcbrasil. Por su parte, según ha trascendido, el joven Tawy Zó’é caminó durante horas por el bosque, por un camino con cerros, arroyos y otros obstáculos hasta llegar a la base del equipo de salud en la región. Para el médico profesional, el compromiso del joven indígena de inmunizar a su padre fue uno de los momentos más destacables que protagonizó en este contexto de pandemia de Covid-19.
Localizados en un área de refugio entre los ríos Cuminapanema y Erepecuru (norte de estado de Pará), los Zo’é buscan mantenerse alejados tanto de los pueblos indígenas vecinos a los cuales consideran enemigos, como de los blancos, a quienes conocieron a través de contactos intermitentes. Así pues, los Zo’é entraron en la historia brasilera como uno de los último pueblos ‘intactos’ de la Amazonía.
Los Zo’é son hablantes de una lengua de la familia Tupí-Guaraní del tronco Tupí. Toda su población es monolingüe, con excepción de algunos jóvenes que aprendieron algunas palabras en portugués.
