Siglos atrás, la peste bubónica, también conocida como la Peste Negra, se extendió por Europa, matando a un tercio de la población del continente en ese momento. Originaria de Asia, la enfermedad llegó a Italia a fines de la Edad Media y se extendió hacia el norte desde allí.
En estos días, sabemos tan bien como los italianos medievales que una bebida fuerte puede ser de gran ayuda para aliviar los problemas durante la pandemia mundial de coronavirus.
Así, las «ventanas de vino», o buchette del vino, de la Toscana. Son exactamente como suenan: escotillas del tamaño de una pinta, talladas en las paredes de concreto de bodegas y tiendas urbanas, donde los comerciantes de bebidas servirían sorbos a una distancia social segura.
Introducido por primera vez en el siglo XVII, su verdadero propósito quedó sin explotar durante siglos después de la plaga, es decir, hasta que apareció el convid-19.
«Todo el mundo está confinado en su hogar durante dos meses y luego el gobierno permite una reapertura gradual», se lee en el sitio web de la Wine Window Association. «Durante este tiempo, algunos propietarios de Florentine Wine Window emprendedores han retrocedido el tiempo y están utilizando sus Wine Window para entregar vasos de vino, tazas de café, bebidas, sándwiches y helados, ¡todo libre de gérmenes, sin contacto!».
Matteo Faglia, presidente de la Wine Window Association, dijo a Insider: «La gente podría tocar los pequeños postigos de madera y llenar sus botellas directamente de las familias Antinori, Frescobaldi y Ricasoli, que todavía producen algunos de los vinos más conocidos de Italia».
Más de 150 vitrinas de vino, algunas de las cuales se han llenado permanentemente, dentro de la ciudad amurallada de Florencia, y aún más, salpicaban la región toscana.
«Las ventanas de vino desaparecieron gradualmente, y muchas de madera se perdieron permanentemente en las inundaciones de 1966», dijo Faglia, cuya asociación histórica ha comenzado el proceso de mapear estas reliquias olvidadas, y a veces destrozadas, en todo el país vinícola de Italia, marcándolas con una placa para designar su importancia y autenticidad.
«Queremos poner una placa en todas las ventanas de vino, ya que las personas tienden a respetarlos más cuando comprenden lo que son y su historia», dijo.
El país mediterráneo fue golpeado fuertemente por COVID-19, perdiendo más de 35,000 de sus residentes, según la Organización Mundial de la Salud.
15 comentarios
Que interesante. Me encanta conocer la historia de lugares tan pintorescos. Saludos desde Ecuador.
Mi señora y yo visitamos varias veces Firenze tenemos familia y nos encanta la ciudad y sus alrededores es una de las las más bellas y las ventanas del vino las e leído en un libre que me regalaron le curiosidad di Firenze .Estaremos visitando flrenze en mayo de 2021 si Dios quiere .Saluti
Qué bello que puedan rememorar algo de su historia, aunque sea en estas condiciones.
Que interesante tradición. Muchas Gracias. Un grande abrazo…
Las «buchette del vino» son muy originales y poner una placa a las 150 que quedan me parece fantástico. Evviva Firenze!!!!!
Bella ciudad, tuve oportunidad de conocerla. Saludos desde Argentina.
Que bueno saber que eran esas ventanucas de la bella Tacaña, esa región con tal cantidad de fantásticas ciudades; Florencia, Siena, San Giminiano, Pisa, Lucca, Pistoia, Prato, y tantas otras .
Siempre es interesante la hsitoria, gracias.
Italia siempre me sorprende, il Belpaese.
Que hermoso gesto!!
Si es muy bello, en general toda Italia tiene lugares maravillosos.
Maravillosa la historia de Florencia y la bellísima región, de La Toscana , amo Italia , mi abuela era de Nápoles , he conocido Italia y quedé fascinada con su historia y arquitectura , sus ciudades antiguas y el mar ! Gracias por compartirlo !
Estuve el año pasado en la Toscana conocí de esta zona: Florencia Siena. San giminiano, pisa, Luca ,lugares maravillosos. San giminiano lo recuerdo por su olor queso me encanto, fueron lugares fascinantes. Me encantaría regresar el próximo año.
Amo a Italia tierra de mi padre y abuelos y la conozco
Siempre he querido conocer la ciudad del renacimiento. Pronto lo haré.