La ciencia sugiere que deberíamos considerar en mayor medida los beneficios de los viajes, ya que son invaluables.
Las investigaciones indican que las vacaciones familiares son esenciales. Hacen que nuestros hijos (y nosotros) sean más felices y crean vínculos y recuerdos.
El regalo de una experiencia, como unas vacaciones familiares, ha demostrado ser un presente más prosocial y de conexión que cualquier posesión material, según un estudio de la Universidad de Toronto.
«Un regalo experiencial provoca una fuerte respuesta emocional cuando un receptor lo consume, como el miedo y el asombro de una aventura de safari, la emoción de un concierto de rock o la tranquilidad de un spa, y es más intensamente emocional que una posesión material», dice investigadora principal Cindy Chan. «Si quieres darle [a alguien] algo que lo haga sentir más cerca de ti, dale una experiencia».
Experimentar unas vacaciones juntos no solo nos acerca a nuestros hijos, sino que también hace que toda la familia sea más feliz mucho después de que termina el viaje.
Una encuesta británica encontró que casi la mitad de los encuestados declaró que su recuerdo de la infancia favorito es el de unas vacaciones familiares, y más de la mitad (55%) de los encuestados dijo «que estas vacaciones les han dado recuerdos felices que permanecerán con ellos por el resto de sus vidas. «
Esa encuesta fue financiada por Family Holiday Association, una organización dedicada a ayudar a familias de bajos ingresos a financiar escapadas de bajo costo. Según John McDonald, director ejecutivo de Family Holiday Association, unas vacaciones familiares pueden actuar como un «ancla de la felicidad». Cuando las familias se enfrentan a tiempos difíciles, reflexionar sobre los recuerdos de tiempos felices puede ser muy poderoso. «Al utilizar estos recuerdos como un ancla para llevarnos de regreso a momentos más alegres, a menudo podemos abordar los problemas con un nuevo sentido de perspectiva», dice.
Salir de la casa y dirigirse a un lugar diferente no solo es divertido para los niños, en realidad podría hacerlos más inteligentes. Las vacaciones familiares también pueden estimular el cerebro de los niños al brindarles un entorno enriquecido.
«Un entorno ‘enriquecido’ ofrece nuevas experiencias que son sólidas en la interacción social, física, cognitiva y sensorial combinada», escribió la Dra. Margot Sunderland, psicoterapeuta infantil y Directora de Educación y Capacitación en el Centro de Salud Mental Infantil, para The Telegraph.
Las vacaciones brindan a los niños todo tipo de experiencias enriquecedoras que ayudan al desarrollo cognitivo y al crecimiento del lóbulo frontal. «Si elige entre comprarle una tableta a su hijo o llevárselo de vacaciones en familia, considere los efectos profundos en la vinculación y el desarrollo del cerebro; no hay competencia», escribe Sunderland.
Además, jugar en la playa o salir corriendo con la familia en una aventura de senderismo activa los sistemas en el cerebro de un niño (y en el nuestro) que desencadenan neuroquímicos como la oxitocina y la dopamina. «Reducen el estrés y activan sentimientos cálidos y generosos entre sí y una hermosa sensación de que todo está bien en el mundo. Con todos los aspectos antiestrés de estos sistemas encendidos, los miembros de la familia se recargan emocionalmente», escribe Sunderland.
No tiene que volar a los trópicos para disfrutar de los beneficios de unas vacaciones familiares. Ya sea que esté planeando un viaje rápido al lago o llevando a la familia a un centro turístico, los resultados son los mismos: una familia más feliz y conectada. Y eso no tiene precio.
