En la Provenza, una región al sur de Francia, existe una ruta rodeada de campos de lavanda. Increíbles paisajes en los que vas a ver valles en los tonos lilas y violetas, algo único que podés recorrer en auto, bici o en moto, lo que prefieras. Lo que si, es una parada obligada si visitas Francia, te aseguro que vas a enamorarte de estos lugares…
Estas parcelas impactantes por el tono violáceo que combina perfectamente con el entorno en donde crecen, se pueden visitar en verano, donde las vas a ver en su máximo esplendor. Junto a ellas, se encuentra Mont Ventoux, una montaña de casi 2000 metros.
Además de recorrer estos hermosos campos, podés ir descubriendo a lo largo de la ruta pequeños pueblitos en las colinas, con casas y calles de piedras y hasta restaurantes en donde vas a poder disfrutar de un buen plato.
Entre los pueblitos que te vas a encontrar, hay uno para resaltar: Gordes, un lugar colgado de una colina a 370 metros de altura. Mirá estas imágenes…
Otra pequeña aldea que no te podés perder, es Fontaine de Vaucluse, un pueblo medieval situado en mitad de un valle desde donde nace el río Sorgue. Un lugar mágico.
Si, es increíble que estos lugares sean reales. Sin dudas, vale la pena conocer cada uno. Destino perfecto si buscas paz, tranquilidad, naturaleza y mucha pero mucha hermosura por donde mires.