La paradisiaca playa italiana que se creó debido a una planta química

Autor: simone girlanda
Redactora Social
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Aguas turquesas y arenas blancas ataren a cientos de personas a una playa en la Toscana, lo que no se imaginan es que detrás de ese paraíso se encuentra una planta química.

La playa italiana de Rosignano Solvay, que lleva el nombre de la planta química detrás de su creación, tiene 4 kilómetros de largo y se encuentra situada a 25 kilómetros del puerto toscano de Livorno.

Si bien muchas de las personas que van no están preocupadas por los posibles químicos que tiene el agua, tantas otras se cuestionan si las autoridades locales no dicen nada del peligro para cubrir todo lo que hay detrás de ese lugar.

Una persona de la playa dijo que opinaba que si las autoridades locales, regionales y nacionales habían autorizado el uso de la playa, el agua debía estar limpia. Y, de hecho, a la entrada de la playa, un letrero de la agencia regional de protección ambiental, Arpat, proclama con orgullo que la calidad del agua es «excelente».

Rosignano Solvay fue fundada hace más de un siglo en 1912 por el belga Ernest Solvay, quien estableció allí una fábrica y un desarrollo de viviendas. El grupo ahora es un gigante mundial de la química, presente en 61 países y que emplea a unas 24.500 personas.

Saluti da Rosignano Solvay

Leonardo Martinelli, periodista local del diario La Stampa, describió a Solvay como una «madre» para la región. La ciudad lleva el nombre del fundador como una señal de respeto por la infraestructura creada por la instalación de la fábrica: escuelas, un hospital, un teatro y una baja tasa de desempleo.

La gerencia de la fábrica confirmó declaraciones tranquilizadoras de la enorme estructura de ladrillo de principios del siglo XX, aunque sin permitir el acceso a sus laboratorios.

Davide Papavero, director industrial del grupo Solvay y jefe de la planta, dijo que respetan todas las normas habituales para un sitio de alto riesgo. Solvay produce bicarbonato para uso industrial y alimentario, así como materiales avanzados para altas tecnologías (automotriz, construcción, electricidad, tratamiento de aguas).

Papavero dijo que la fábrica usó una gran cantidad de agua de mar para enfriar el equipo, pero solo lanzó polvo de piedra caliza y yeso, materiales inertes que son seguros para el medio ambiente, pero que contribuyeron al color de la arena.

Saluti da Rosignano Solvay

El color turquesa del mar se explica por la reverberación de la luz, dijo, y repitió que la calidad del agua está controlada por Solvay, la autoridad regional Arpat, el Ministerio del Medio Ambiente y el Instituto Superior para la Protección del Medio Ambiente.

El alcalde local Daniele Donati conoce bien la fábrica y asegura que los procesos industriales no planteen ningún problema para la salud.

Maurizio Marchi, de la asociación Medicina Democratica, continúa una lucha feroz contra la fábrica. Sostiene que la playa ha sido un basurero industrial durante más de un siglo.

Para otros activistas ambientales, las preocupaciones clave son las colinas de piedra caliza cerca de San Vincenzo, y una colección masiva de sal de roca que agota los depósitos de la zona.

Sin embargo, según los expertos, la batalla de Marchi es obsoleta. Manolo Morandini, del diario Il Tirreno, dijo que era una playa tóxica en la década de 1980, pero el ciclo de producción con mercurio ha cambiado. Morandini ha escrito mucho sobre el tema y considera que las playas de arena blanca son simplemente un lugar artificial. Y para los turistas, un rincón del paraíso.

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